En la misma entrada de una casa en Houston (Texas), como si fuera suya y como si viviera allí toda su vida, un cocodrilo de unas 200 libras se resistió todo lo que pudo para que no lo sacaran del lugar que había elegido para descansar.
Los vecinos fueron quienes reportaron el hecho a las autoridades, quienes, pese a la notable resistencia del reptil, consiguieron llevarlo de vuelta a un estanque cercano. ¡Vaya susto!
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