Lamentablemente no son buenas varias de las noticias que llegan en los últimos tiempos de la oriental provincia cubana de Guantánamo.
Entre ellas se encuentran el aumento de la violencia entre la juventud, el incremento notable en el consumo de bebidas alcohólicas, los problemas de vivienda de la provincia (que rebasa ampliamente el marco de lo sucedido por el huracán Matthew), y ahora este reporte reciente ―difundido por Martí Noticias― que alude a un aumento también en las cifras de enfermedades de transmisión sexual.
La proliferación de las conocidas como ETS comienza a ser calificada de “alarmante” por las autoridades sanitarias, sobre todo en los barrios periféricos de la zona sur de la ciudad de Guantánamo.
Los guantanameros entrevistados en este reporte se refieren a un incremento de la promiscuidad sexual entre los jóvenes desde edades tempranas.
Adolescentes que se vanaglorian de tener varias novias a la vez o jovencitas que empiezan a mantener relaciones sexuales con reclusos como “una manera de sobrevivir”, según precisa una de las entrevistadas.
En particular, es notable el aumento de enfermedades sexuales entre el sexo masculino, donde se ha incrementado escandalosamente el porcentaje de afectados por el virus de VIH/SIDA.
Se demanda mayor orientación desde el hogar, en las escuelas y mayor esfuerzo también de las autoridades sanitarias, pero, más allá de todo, sigue latente la preocupación general que nos lleva a preguntarnos: ¿qué está pasando en Guantánamo?
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