Su nombre es Antonio Veciana y dedicó su vida a intentar matar a Fidel Castro y desestabilizar al gobierno cubano. Este ex-espía ha publicado recientemente un libro titulado "La historia del fracaso" en el que narra la historia de sus acciones.
El activista anticastrista, de 88 años, detalla cómo el agente de la CIA, David Atlee Phillips, alias "Obispo", lo reclutó en 1959 y lo entrenó en La Habana para matar a Fidel y desestabilizar el país.
"Al principio, la idea era desestabilizar", declaró recientemente. "En países con desestabilización, la gente cree rumores".
"Ese era mi trabajo: crear esos rumores". El primero era un presunto proyecto de ley bajo el cual el gobierno cubano despojaría a los padres de la custodia legal de sus hijos. Las familias enviaron entonces a unos 14.000 niños a los Estados Unidos en un éxodo conocido como 'Operación Peter Pan'. Muchos se reunieron años después, pero otros no pudieron volver a verlos porque murieron o porque no pudieron salir del país", dijo Veciana.
Entre 1960 y 1962, los padres sacaron a sus hijos de Cuba a través de las oficinas de la Iglesia Católica. Veciana dice que no tiene remordimientos por su papel en separar a esos niños de sus padres. "Podría haber sido irresponsable, pero lo que hice fue por convicción", dice.
"En ese momento estaba convencido de que hacía lo correcto, así que lo haría de nuevo".
Veciana huyó a los Estados Unidos en 1961 tras el ataque a Bahía de Cochinos. Posteriormente fundó el grupo paramilitar "Alfa 66", que durante las décadas de los sesenta y setenta realizó ataques contra Fidel Castro.
"Cuando fracasas debido a circunstancias diferentes, sientes que no hiciste lo correcto, o que la suerte no te ayudó, te sientes como un fracaso".
Tras varios intentos fallidos, en 1979 Antonio Veciana se retiró del espionaje.
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