Kinsey French es una profesora norteamericana ―residente en el Estado de Kentucky― que desde que comenzó a organizar su boda deseó que varios de sus más queridos alumnos formaran parte del evento.
Al final, seis de los niños de su clase ―que padecen Síndrome de Down― la precedieron en su camino al altar.
Las niñas caminaron al altar vestidas de blanco y con una corona de flores, mientras que los niños lucieron trajes.
Medios locales asistieron a la escuela después de que la historia se conociera y entrevistaron a la maestra y a los niños que asistieron al evento, quienes precisaron que lo que más les gustó de la boda fue la comida y la pista de baile.
Interrogada sobre el motivo de su gesto, la maestra ha explicado que pasa muchas horas en el aula junto a sus alumnos, así que es normal que deseara que ellos compartieran con ella un momento tan especial.
La anécdota se ha difundido ahora ampliamente en las redes sociales, pese a que el hecho tuvo lugar hace casi un año.
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