Los 250 "gallos de pelea" - tal y como los definieron las autoridades de la UJC, el PCC y el gobierno momentos antes de la partida - que componen la delegación cubana que viajó a Sochi, Rusia, para participar en el Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes en esa ciudad balneario ubicada a orillas del Mar Negro constituyen, después de la delegación rusa, la más numerosa de todas las delegaciones asistentes al evento
El requisito de no visado favoreció el hecho de que la Isla pudiera llenar un avión de jóvenes dispuestos a "poner en alto la figura de Fidel y del Che" que son - a decir de Aymara Guzmán, Presidenta de la Organización de Pioneros José Martí (OPJM) "las motivaciones que tenemos al llegar aquí."
En segundo lugar estos jóvenes tienen "la misión" de mostrar en el Festival, "lo que ha sido capaz de hacer un país como Cuba por el bien de la niñez y la juventud, en el orden de la educación, la cultura, el deporte y la salud (...)", según la citada funcionaria oficialista.
Sin embargo, "tales logros en la juventud" contrastan con otra realidad. Tan solo en el año fiscal 2016, más de 46 mil cubanos ingresaron a EE.UU., la mayoría jóvenes. Gran parte de ellos emprendieron viaje desde Ecuador hasta la frontera de México con Estados Unidos. Otros aprovecharon el requisito de No Visado para viajar a Guyana, y de ahí pasaron por Venezuela y llegaron a Colombia, o viajaron a Brasil y luego atravesaron territorio colombiano para llegar al mismo destino.
Según la revista de Estudios Latinoamericanos, alrededor de 660 mil cubanos emigraron de 1994 a 2015, una cifra que pudiera ser mayor, si tal y como apunta un experto, tenemos en cuenta la tendencia de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información de Cuba (ONEI), de subregistrar los datos reales.
Aunque el flujo migratorio ha disminuido e los últimos meses luego del fin de la política de "Pies Secos, Pies Mojados", los cubanos enfrentan un período de crisis en el país tras el paso del huracán Irma.
En agosto el gobierno frenó la entrega de patentes de trabajo por cuenta propia a uno de los negocios más lucrativos y de mejor perspectiva en la Isla: los restaurantes, una opción de trabajo donde la mayoría de los empleadores contrataban personas jóvenes.
No obstante, el pabellón de los cubanos en el Festival de Sochi se encontraba ayer "inundado" de libros del Ché y de Fidel para vender. Los delegados cubanos explicaban a los extranjeros una Cuba tan diferente de la real, que al decir de una delegada española que prefirió el anonimato "ella vivió en la Isla durante siete años - de 2009 a 2016 -, y parecía que hablaban de otro país".
Vídeo: Reportaje de la Televisión cubana. Foto de portada: Prensa Latina
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