El estado de Bolívar, en Venezuela, ha sido testigo el pasado viernes de severas revueltas que han dejado numerosos heridos y más de una veintena de comercios saqueados, eventos protagonizados por centenares de personas que derribaron puertas y paredes de los comercios para llevarse todos sus productos.
Jesús Rodríguez, comerciante de licores de Caicara del Orinoco, relató a la agencia AP que los saqueos fueron prácticamente en todo el pueblo, y que por la tarde las personas seguían en las calles y reinaba la anarquía. “El pueblo anda como loco, el hambre los está matando”, agregó.
Carlos Rodríguez, dirigente opositor, agregó que policías y militares salieron a patrullar las calles para tratar de proteger los comercios que no fueron saqueados, mientras aeronaves militares sobrevolaban la ciudad.
Medios de prensa venezolanos reportaron sucesos similares en otras regiones, como Zulia y Caracas. Estos hechos vienen sucediendo desde antes de la Navidad del año pasado. En uno de ellos, ocurrido el 31 de diciembre en la capital, una joven embarazada murió por un disparo de un miembro de la Guardia Nacional Bolivariana.
Mientras estos disturbios ocurrían, en la capital daba inicio la Asamblea Nacional en su tercer periodo de sesiones.
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