Durante la reciente visita Oficial a Cuba de la saliente presidenta de Chile, Michelle Bachelet, a comienzos de este mes de enero, tuvo lugar un singular episodio en Palacio de la Revolución en La Habana.
Tras el encuentro oficial y el posado ante la prensa, cuando pasaron a saludar a los miembros del Consejo de Estado y a realizar las correspondientes presentaciones, Raúl Castro utilizó una broma muy significativa para describir a Rodrigo Malmierca (ministro de Comercio Exterior y de Inversión Extranjera, MINCEX), del que dijo:
“Él tiene muchas reuniones, pero comercia poco”.
El chiste ―un tanto incómodo― motivó una carcajada de Bachelet y una circunstancial sonrisa de los presentes, incluyendo a Raúl, que no dudó en sonreír de su “ocurrencia”. Aunque el propio Malmierca sonrió también, es de suponer que la broma no le haya sentado muy bien.
Resulta innegable que Rodrigo Malmierca ostenta uno de los cargos de mayor responsabilidad en la Isla, y posiblemente el más importante desde el punto de vista estratégico de cara al funcionamiento de la economía nacional.
Por otra parte, durante la visita de Bachelet a Cuba, el comercio entre Chile y la Isla fue justamente uno de los temas tratados en un foro empresarial, en el cual se evaluaron las oportunidades de negocio entre ambos países.
Una de las conclusiones del Foro fue la necesidad de fortalecer los nexos económicos, comerciales y de inversión entre Cuba y Chile.
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