El caserío se llama “Rebacadero” y Google lo define con un simple eufemismo: lugar poblado. Nada más que decir.
Se encuentra a unos veinte kilómetros de Media Luna, municipio rural de la provincia Granma, y desde 2005 el huracán Dennis que azotó el área con categoría 4 dejó la zona sin tendido eléctrico. Postes, cables, contadores, absolutamente todo voló por los cielos junto a los techos, los animales y las esperanzas de estos “guajiros”, los más pobres entre los pobres.
Han pasado trece años… sin que el gobierno acceda a devolverles la electricidad.
Ante la negativa burocrática, los vecinos decidieron montar un tendido ilegal con el cual trasladar electricidad desde otros caseríos cercanos y poder “ver la novela”, alumbrarse con bombillos amarillentos, prender algún ventilador.
La felicidad les duró lo que tardaron los burócratas de la Empresa Eléctrica Provincial en enterarse del ilegal tendido. El enorme operativo fue filmado por camarógrafos de la Televisión Serrana.
Los campesinos dicen que no saben qué les dolió más, si que les dejaran otra vez sin corriente y sin soluciones, o que los trataran como a delincuentes peligrosos. Se contaban más de diez patrullas de policías.
El material audiovisual jamás fue presentado en ningún espacio televisivo oficial, ni lleva firma de autoría de ningún realizador. Es apenas una filmación de vergüenza que a finales de 2017 alguien echó a rodar por toda la isla y que pasa de mano en mano, de USB en USB, por entre las casas cubanas.
Las casas que, a diferencia de las de Rebacadero, sí tienen computadoras y electricidad.
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