Esta mañana Elizabeth Galván esperaba en el aeropuerto de Houston, Texas, a su hijo William de 13 años de edad. El menor, había recibido recientemente en Bogotá una visa de inmigrante para poder viajar a los Estados Unidos a encontrarse con su madre.
Galván, separada de su pequeño desde agosto de 2012, apenas lo vio atravesar el umbral de la puerta corrió a abrazarle, y este se le abalanzó encima, derribándola al suelo.
Lágrimas, sonrisas, y muchas emociones que explotaron por parte de ambos, fueron la antesala a la alegría de esta familia cubana que ha podido volver a reunirse.
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