El médico cubano Manoreys Rojas viajó el pasado 26 de febrero en el primer vuelo de American Airlines desde Miami hasta La Habana, para ver a su hija de 11 años que se encontraba hospitalizada en estado grave, tras intentar suicidarse.
Sin embargo cuando llegó al Aeropuerto José Martí se encontró con que las autoridades le negaron el acceso al país. El motivo es que enfrenta una sanción de ocho años por abandonar una misión médica en 2016 en Ecuador.
Ese mismo año llegó a Miami a través del Parole en busca de un futuro mejor. "Estuve en el aeropuerto 10 horas sentado esperando, pero antes de ese tiempo ya me habían dado una respuesta negativa. Ellos se tomaron unas dos horas y media para decirme que no había autorización para que entrara a Cuba", explicó el galeno a 'América Tevé'.
Su pequeña, residente en Sancti Spíritus, atentó contra su vida ingiriendo una sobredosis de fármacos. "Según su criterio mi hija no está tan grave, es decir, me están deportando a Miami", aseguró Rojas aquel día desde el recinto aeroportuario.
El mismo 26 de febrero fue devuelto a la ciudad del sol sin tener la posibilidad de ver a su hija.
"Me pidieron el número de teléfono de la madre de mis niños. Supe cuando regresé que habían hablado con ella, que les suplicó que me dejaran entrar y le dijeron que iban a hacer todo lo posible por dejarme entrar. Todo fue una mentira, un engaño", denunció este traumatólogo desde Miami.
"No voy a renunciar nunca al derecho de entrar en Cuba"
Manoreys Rojas forma parte de los 13 mil médicos y otros profesionales de la Isla que integran el grupo de Facebook "No somos desertores, somos cubanos libres". Este grupo es una plataforma para exigir a los dirigentes cubanos que les permitan volver a la mayor de las Antillas.
De hecho este especialista entregó una carta al vicepresidente del parlamento europeo para que apoye el derecho de los médicos cubanos a regresar a su país.
La entrega se llevó a cabo durante la visita que el representante de la Unión Europea (UE) realizó a Miami el pasado mes de enero para participar en el "Encuentro Nacional Cubano".
A pesar de la mala experiencia vivida, Rojas dejó claro que no piensa "renunciar nunca al derecho a entrar en Cuba".
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