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El lado "oscuro" de los patitos de goma

Habrá que ver cuántos renuncian a sus patos de baño tras una reciente investigación, realizada por una universidad norteamericana y alemana, que no trae buenas noticias para los amantes de los patitos.

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Este artículo es de hace 5 años

Una reciente investigación sobre los patos de goma que utilizan en la bañera tanto niños como adultos, llevada a cabo conjuntamente por investigadores suizos y estadounidenses, ha arrojado que son una bomba de bacterias y hongos de todo tipo.

En un comunicado titulado "Los patitos feos del baño", publicado la semana pasada por el Consejo Federal Suizo, se dio a conocer que cualquier objeto de plástico sumergido en un líquido, aunque sea agua limpia, se convierte en una verdadera bomba de relojería de gérmenes.

Un equipo de científicos del Instituto Eawag de Investigación sobre el Agua (Escuela Politécnica Federal de Zúrich) y de la universidad estadounidense de Illinois, dejaron nueve patos de goma durante once semanas en agua limpia.

Al mismo tiempo, otro grupo de patos fue dejado en "agua de baño usada con restos de jabón, suciedad, sudor y bacterias propias del cuerpo humano".

Una vez transcurridos los dos meses y medio, los juguetes expuestos al agua sucia tenían hongos y el 80% de ellos había desarrollado gérmenes potencialmente patógenos, como la legionela.

El mayor problema fue encontrado en la parte interior de esos juguetes de goma, que resulta más difícil de limpiar. El estudio subraya que cuando los niños “aprietan la barriga para hacer salir el agua, no es extraño que el chorro tenga un color oscuro”.

Más allá del “lado oscuro” de la investigación, lo positivo es que la acumulación de suciedad también podría "reforzar sus defensas inmunitarias y, en ese caso, su influencia sería positiva", afirma el microbiólogo Frederik Hammes.

No obstante, el investigador también recalca que "puede provocar irritaciones de ojos y oídos o infecciones gastrointestinales".

El citado microbiólogo sugiere una solución: cambiar las normas sobre los polímeros utilizados en la fabricación, para que sean menos perjudiciales.

Habrá que ver cuántos renuncian a sus patos de baño tras esta investigación, al menos muchos intentarán mirar a través del agujerito a ver qué tan sucios están por dentro; y también habrá, por supuesto, quien se ría y siga de largo.

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