Los padres del pequeño Jesse no imaginaron el estado en que se iban a encontrar a su hijo cuando los responsables de la guardería les avisaron para que fueran a recogerlo.
Según informó el programa 'Al Rojo Vivo' de la cadena 'Telemundo' el bebé de un año sufrió importantes lesiones en el rostro.
Cuando la madre llegó hasta el centro Kiddie Garden en la ciudad de Indianapolis, en el estado de Indiana; se encontró al pequeño con la cara repleta de golpes, los ojos y la boca totalmente hinchados.
"Entré y mi hijo estaba en una silla alta gritando. Tenía moratones por todo el cuerpo", denunció al citado medio la progenitora.
Las cuidadoras responsabilizaron de lo sucedido a una niña de dos años, lo que no convence a los padres. "Solo ver a tu hijo en el actual estado duele mucho y me llena de rabia porque no puedo hacer nada", confesó el padre.
Jesse fue llevado hasta el Riley Hospital for Children para ser examinado. En las últimas horas la Administración de Familias y Servicios Sociales (ACF, por sus siglas en inglés) ordenó el cierre inmediato de la guardería.
Se da la circunstancia de que la escuela infantil ya tuvo varias infracciones durante las inspecciones que se llevaron a cabo en los últimos años, pero eran problemas menores y se corrigieron de forma inmediata.
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