Un agente de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos ha detenido a dos mujeres ciudadanas estadounidenses por hablar español en una gasolinera de Montana, adonde habían ido a comprar huevos y leche.
Una de ellas reclamó ser puesta en libertad al cabo de 17 minutos esperando a que confirmaran su documentación, apelando a sus derechos. "Soy una ciudadana americana. He nacido en los Estados Unidos y mi esposo me está esperando en casa. Conozco mis derechos. Quiero irme ya", dijo en inglés.
Ambas mujeres, al ser requeridas por el agente O'Neal, grabaron la escena. En el vídeo, que se ha colado en las portadas de los periódicos más importantes de Estados Unidos, puede verse a una de las dos arrestadas preguntar al oficial si es ilegal hablar español en Montana. Éste le contesta que no y le explica que les solicitó su identificación porque el español es "inaudito" en la zona, donde él asegura que lleva trabajando algún tiempo.
La otra de las detenidas le recrimina que las haya identificado por motivos raciales, por ser hispanas. El agente de la Patrulla Fronteriza niega la mayor y dice que no es por eso sino por hablar español en la tienda, cuando en Estados Unidos se habla inglés.
Las dos mujeres lamentaron que este tipo de incidentes ocurran en Montana. "Es triste", aseguran ante la cámara.
Tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, la persecución a los inmigrantes ilegales se ha convertido en una rutina en los Estados Unidos. Los agentes van incluso a buscar a los extranjeros a sus casas. Fue lo que le ocurrió a una cubana, detenida en Kentucky, a falta de 15 días para poder optar a la 'green card'.
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