Geisy Aparicio, una joven cubana de 26 años, y su hija Camila, de 4, serán deportadas a Cuba desde Lituania. Las autoridades de ese país no quieren otorgarles el asilo político pero no podía deportarlas hasta que la cancillería de la Isla dijo que haría una "excepción" para recibirlas de vuelta.
Según cuenta Geisy, quien no quiere regresar, el embajador cubano Eduardo Lazo (a cargo de la cancillería de Finlandia, Lituania, Letonia y Estonia) le había dicho hace unos meses que no habría deportación obligatoria. Ahora ella está deseperada y explica que Lazo le mintió.
“Confiando en la palabra de él (embajador) estábamos tranquilas. Ahora resulta que lo que nos dijo era mentira”, dijo.
"Mi miedo es que al llegar a Cuba, tomen represalias contra nosotras porque no es normal que Cuba haga una excepción en estos casos".
A Geisy le preocupa también que lleva 4 años fuera de Cuba y ahora no sabe dónde vivirá ni en qué podría trabajar. Antes de llegar a ese país, la joven natural de Jatibonico, en Santi Spítitus, se fue a Alemania, luego a Rusia, Belarus y luego a Luitania. Cruzaron a Polonia pero las regresaron.
Sus familiares en Estados Unidos las ayudan económicamente, mientras ella lograba regularizar su estatus migratorio en algún lugar.
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