El ingeniero ruso Dajir Semiónov tiene una solución para los atascos: los vehículos giroscópicos capaces de circular por encima de las carreteras a través de una línea férrea de 2 centímetros de alto.
Se trata, según recoge RT, de vehículos que funcionan con generadores diésel y paneles solares en los techos. Son, según su creador, ecológicos y seguros. En caso de una colisión, unas bolsas de aire se activarían y el tren giroscópico bajaría sobre ellas, por lo que el golpe no impactaría sobre el cuerpo del vehículo, que es donde viajan los pasajeros.
Semionov, que reside en Turquía, defiende su invento como un transporte silencioso, cómodo y espacioso, que podría llegar a reemplazar a los tranvías y autobuses. En su interior, el viajero podría disfrutar de un desayuno mientras va camino a su trabajo.
Él está convencido de que pueden emular en prestigio a un Lamborghini o un Rolls Royce, porque admitirían la instalación de habitaciones de alto standing, oficinas, residencias, laboratorios, clínicas dentales, cines, salas de conferencia, zona de juegos para niños o bibliotecas, entre otros.
De momento Semiónov no tiene contrato para fabricar un prototipo de su vehículo giroscópico. Hacerlo costaría entre 1,5 y 2 millones de dólares y necesitaría un año para su fabricación.
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