La primera entrevista de Miguel Díaz-Canel como presidente, y que se produjo ante los micrófonos de Telesur y ante un medio cubano, también sirvió para calibrar la opinión del dirigente en torno al cuentapropismo.
El dirigente aseguró que el sector no estatal "está mayoritariamente comprometido con la revolución" y lo definió como "un complemento de la economía estatal".
"No es el sector privado del neoliberalismo, es un sector no estatal, privado que tiene relación con la empresa estatal o con el Estado", afirmó.
"Está en el plan de la economía, en nuestra planificación, cuánto aporta al PIB ese sector, cuánto hay que invertir en ese sector para que tenga facilidades de producir o de dar servicios y cuánto representa de la fuerza de trabajo en el país", añadió.
El mandatario también presumió del reconocimiento a la propiedad privada y dijo que en Cuba se había avanzado en la gestión por formas no estatales. "Hay propiedad estatal que se da, sin ceder la propiedad, para que pueda ser gestionada por trabajadores privados o cooperativas", defendió ante la presidenta de la cadena estatal, Patricia Villegas.
La actualización del modelo económico de la Isla fue una de las asignaturas pendientes que dejó Raúl Castro, que abandonó el poder con un elevado número de empresas estatales deficitarias.
La realidad es que la economía cubana todavía está excesivamente centralizada, mientras que las profesiones más estratégicas y cualificadas siguen siendo netamente estatales.
"Mejorar el desempeño económico pasa por incrementar los niveles de inversión, aumentar las exportaciones, reformar el sector público incluyendo a las empresas estatales", detalló el economista cubano Ricardo Torres el pasado mes de abril en declaraciones recogidas por EFE.
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