Un oficial de policía en Columbus, Ohio, estaba patrullando cuando fue alertado de que dos jóvenes afroamericanos sostenían un arma.
El agente, según informó The Associated Press, fue identificado como Peter Casuccio. Salió del auto patrulla y se acercó hasta los menores, de 11 y 13 años respectivamente, desenfundando su arma.
Uno de ellos sacó un arma, la lanzó al suelo y se rompió en pedazos. En ese momento el policía se dio cuenta de que se trataba de una pistola de aire comprimido.
"Me di cuenta de que ambos estaban asustados, así que pensé que era un momento de enseñanza", aseguró el oficial que les pidió que se sentaran en una barandilla mientras se dirigía a ellos.
"Esto hace que los niños sean asesinados en todo el país", les dijo. El adolescente de 11 años explicó que no disparó el arma, solo la tenía en sus manos. "No puedes hacer eso, amigo, en el mundo de hoy. Eso parece real", añadió el agente.
Los dos menores se disculparon pero Casuccio, que tiene un hijo de dos años y su esposa dará a luz a otro niño en febrero; quiso terminar de impartirles la lección para que se dieran cuenta de lo que podría haber sucedido.
El oficial llevó al niño de 11 años a su casa después de que el padre recogiera al amigo. "Podría haberte disparado por eso. Lo sabes", dijo la madre del niño.
Casuccio terminó su discurso con un mensaje para hacer reflexionar a este joven. "Quiero que pienses en eso esta noche cuando vayas a la cama. Todo lo que quieres hacer en esta vida podría haber terminado".
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