La caravana de migrantes, que se dirige rumbo a Estados Unidos, pasó la noche del jueves en la localidad de Pijijiapan, en el estado mexicano de Chiapas.
Los inmigrantes aprovecharon para descansar en un céntrico parque de la ciudad, donde bailaron y cantaron para tratar de olvidar momentáneamente las penurias del viaje.
Los bailes al ritmo de reguetón alegraron la tarde-noche, a pesar de la abundancia de mosquitos y el intenso calor.
Los planes de la caravana para este viernes pasan por avanzar alrededor de 100 kilómetros con el objetivo de llegar a la ciudad de Arriaga, en el límite del estado de Chiapas, y luego cruzar desde allí hacia el estado de Oaxaca.
Esta expedición de indocumentados, procedentes en su mayoría de Honduras, ha llegado hasta México huyendo de la pobreza y la violencia.
Sin embargo sus deseos de arribar a territorio estadounidense no han sido bien acogidos por el presidente Donald Trump, quien en las últimas horas amenazó con desplegar 1.000 soldados en la frontera para tratar de contener la caravana.
"Utilizaré a los militares en esta Emergencia Nacional. ¡Serán detenidos!" escribió el jueves el dirigente en su cuenta de Twitter.
El lunes el mandatario ya avisó a la Patrulla Fronteriza y el Ejército de que la caravana de migrantes era una emergencia nacional.
"Tristemente, parece que la Policía y el Ejército de México son incapaces de detener la caravana que se dirige a la Frontera Sur de Estados Unidos. He alertado a la Patrulla Fronteriza y al Ejército de que esto es una Emergencia Nacional", alertó en la citada red social.
El pasado 18 de octubre, Trump ya amenazó con cerrar la frontera sur de Estados Unidos.
El máximo representante de la Casa Blanca ya dijo que enviaría tropas si el país azteca no tomaba medidas para contener el paso de los grandes grupos de migrantes que se dirigen a territorio norteamericano desde Guatemala, Honduras y El Salvador.
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