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Regresa a Cuba después de 60 años y visita los barrios y las casas donde pasó su adolescencia

Leonor Losada, a sus 91 años, vuelve a los lugares donde pasó su juventud. "Yo siempre decía que antes de morirme quería venir y aquí estoy".

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Este artículo es de hace 4 años

Leonor Losada (11 de enero de 1928) es una cubana de 91 años que ha regresado de viaje a la Isla después de 60 años. Nacida en la Habana Vieja, ha hablado con el youtuber cubano Camallerys Vlogs sobre sus orígenes y esta visita a los barrios y las casas donde pasó su adolescencia. Uno de ellos, en la calle Masón, al fondo de la Universidad de La Habana.

Según explica, ese barrio era de estudiantes y había muchas casas de huéspedes donde se hospedaban y comían los estudiantes. La casa en la que vivió conserva las mismas ventanas y el mismo piso que tenía hace 60 años, cuando ella se asomaba y veía pasar a Joaquín Cristófono, un arquitecto, vecino del barrio que fue su novio.

Leonor consiguió subir a la casa, un apartamento frente al Parque Aguirre, donde la dueña de la vivienda la atendió y le brindó café. "Era divino. Me sentaba en los banquitos a platicar con mi amiga. Tengo recuerdos muy lindos. Me habían regalado una bicicleta y yo la subía por las escaleras hasta el segundo piso", recuerda.

Hija de un cronista deportivo que también escribía sobre moda en la revista Carteles, el padre de Leonor Losada se casó en 7 ocasiones. "Era un conquistador", cuenta entre sonrisas.

Leonor salió de Cuba el 31 de diciembre de 1960 y por esa época ya tenía un niño de 3 años y una niña de 7. Dice que se fue porque a su esposo, que trabajaba en el Banco Nacional de Cuba, le ofrecieron muy buen trabajo fuera del país y la familia decidió trasladar su residencia, primero a Miami y luego a Puerto Rico, donde hizo su vida. "Yo me adapté, pero al principio me dio mucha nostalgia".

En Cuba estudió Derecho, en la Universidad de La Habana. De esos años recuerda las veces que se sentaba en el parquecito que está frente a la entrada de la Universidad y una cafetería donde "se comía muy sabroso". "Fue una adolescencia muy bonita", insiste.

Leonor visitó la Facultad de Derecho y se sorprendió de lo bien conservada que está. Le pareció "maravillosa". También recorrió el Paseo del Prado, por donde ella desfiilaba con su colegio, tocando en el banda de música cada 28 de enero.

Tras casarse, Leonor se mudó a una casita frente al Carmelo, en el Vedado y de ahí se construyó una casa en Nuevo Vedado, junto al Zoológico, que también visitó. Se quedó impresionada con lo bien conservada que está ésta última aunque le han hecho cambios que ella considera "favorables".

La casa pertenece a la ex esposa de Aldo Santamaría, hermano de Aydeé y Abel Santamaría.

Leonor aprovechó además para visitar Tropicana, un lugar al que ella solía ir de joven.

"Yo siempre decía que antes de morirme quería venir y aquí estoy", comenta Leonor, que se lo pasó en grande en La Bodeguita del Medio, cuando la orquesta que toca en el local le dedicó la Guantanamera.

Casi todo lo que encontró en la Isla estaba muy parecido a lo que dejó cuando se marchó de Cuba, menos el Club Náutico de Marianao que ella encontró "bastante cambiado".

El Hotel Nacional le pareció "increíble lo bien conservado que está" y toda la zona del Malecón, que no ha cambiado nada.

Leonor encontró a Cuba preciosa y muy cambiada, para bien, por la cantidad de hoteles y rascacielos construidos. "Una cosa increíble", dijo.

"Llevo un recuerdo y una experiencia tan linda que pienso volver rápido", concluyó.

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