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Joven cubana baleada en EEUU: "Nunca imaginé que yo pasaría por uno de los peligros más graves"

"Extraño tanto Cuba, me sentía tan segura en ella, hoy ya no me quejo de la vida ni de la ropa que traigo ni de mi barriga, hoy soy feliz porque soy un milagro de Dios", dijo la joven.


Este artículo es de hace 4 años

La joven cubana Beatriz Guzmán, quien actualmente reside en Houston, Texas, quiso compartir su testimonio en medio de un contexto donde cada vez se reportan más tiroteos en Estados Unidos, ya que ella fue víctima de varios disparos cuando apenas tenía 19 años.

"Cómo la vida te puede cambiar en unos minutos escucho a tantas personas quejándose de su vida, me da tanta tristeza escuchar esos lamentos, por eso hoy decidí sacar todo este dolor que tengo en mi corazón. No se si escogí la mejor opción para hacerlo, pero realmente lo que me importa es sacar todo esto dentro de mí", dijo la joven.

"Antes vivía quejándome de todo que si mi vida esto, que si aquello, que si esta ropa no me queda bien porque la blusa era larga y me tapaba toda mi barriga, yo quería mostrar mi barriga siempre, era algo indiscutible para mí. Me quejaba tanto de mi país que si no hay esto, que si está malo, muchos piensan que vivir aquí es llegar a un hotel 5 estrellas donde vas estar siempre bien, nos arriesgamos a tantas cosas para estar en Estados Unidos, aún sabiendo que nuestra vida corre peligro", relató la joven.

Luego contó que al llegar a ese país nunca imaginó que "pasaría por uno de los peligros más graves".

Cuando cumplió 19 años, sucedió algo que le cambió la vida: fue víctima de un asalto donde recibió cuatro tiros a solo cuatro días de cumplir 19 años.

"Tomé mi móvil y llamé a mi mamá, le digo mami baja estoy al frente de la casa, me balearon, mi mamá bajó y me encontró desangrándome, donde me abrazaba y gritaba no me dejes sola mi hijita, tu no te puedes morir".

Luego la madre llamó al 911, y las autoridades se tardaron 13 minutos en llegar al lugar de los hechos.

"Yo sentía que me faltaba el aire, ya no tenía fuerzas para respirar, mi mamá pedía auxilio, yo escuchaba la voz de mi madre: no te duermas mi niña. Al subirme a la ambulancia le dije: mami, yo no me voy a morir, tranquila no llores más. Cerraba mis ojos, ella creía que me estaba durmiendo, yo solo le pedía a Dios fuerzas y que me ayudara que yo no podía morir así", dijo.

"Al llegar al hospital me separaron de mi madre donde ella me dio un beso, un fuerte abrazo. Yo siempre supe que no iba a ser el último. Al entrar al salón nunca perdí el conocimiento, me preguntaron mi nombre y dije Beatriz Guzmán, me preguntó la doctora estás bien le dije muy bien gracias a Dios. Ella me apretó mi mano y me dijo tranquila estarás bien, yo le respondí yo estoy bien".

Sin embargo, la joven estaba muy desangrada: "Empezaron a sonar los equipos, el latido de mi corazón empezó aumentar, me asusté, ella me dijo Beatriz confía en mí y me puso la anestesia. Yo cerré mis ojos y empecé hablar con Dios. Fue tan larga la conversación que hasta le dije que yo quería tener dos bebés, que esa bala que entró en mi vientre no iba a ser impedimento para mí".

"Yo sentía tanta paz y tranquilidad que era algo que me decía estarás bien. Me vi grave de muerte, quería abrir mis ojos y no podía, logré despertar a los dos días, yo sabía lo que me había pasado, todo el mundo estaba llorando, intenté mover mis piernas pero no pude y empecé a llorar, pensé que no caminaría nunca más, estaban todos menos mi mamá, pedí un lápiz y un papel y escribí tengo sed y dónde está mi mamá. Yo no podía hablar, me respondieron tu mamá no tiene fuerzas para verte, pedí verla, ella entró y me dijo tranquila mi amor te tienen que volver operar. Mi barriga estaba abierta como un puerco de fin de año en Cuba, empecé a llorar y entró un doctor con una barba blanca y me dijo ahora te pasaré al salón, estarás bien Beatriz, me apretó mi mano fuerte, yo llorando y muy asustada le contesté yo no me quiero morir doctor, tenía miedo de morirme y no volver a ver a mi familia y amigos".

Por último, la joven cuenta que despertó y vio a todos felices a su alrededor.

"Dije estoy bien gracias a Dios que siempre estuvo ahí conmigo, sobreviví y hoy estoy aquí contando la historia, a Dios le debo que estoy viva, jamás me cansaré de agradecerle. Hoy ya no uso muchas blusas cortas por mi bella herida, pero la verdad no me importa, estoy feliz de estar viva hoy. Extraño tanto Cuba, me sentía tan segura en ella, hoy ya no me quejo de la vida ni de la ropa que traigo ni de mi barriga, hoy soy feliz porque soy un milagro de Dios. Valoren lo que tienen, valoren el país en que estén, valoren la vida hoy", reiteró la joven cubana.

Lamentablemente, son muchos los tiroteos que tienen lugar en Estados Unidos. Justo hace unos días se supo que una las víctimas de la masacre ocurrida en un poblado de Texas es cubana y se encuentra en condición grave estable.

En ese mismo incidente del sábado, cinco personas fallecieron, entre ellas un ciudadano de origen cubano nombrado Rodolfo “Rudy” Arco.

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