El opositor cubano, Yasser Rivero Boni, recientemente sentenciado a tres años de privación de libertad, ha relatado a CiberCuba su historial de activismo político contra el Gobierno cubano.
"Yo no me voy a entregar porque yo no he cometido delito", ha dicho el joven opositor, quien califica de "tribunal prostituido" a quienes lo juzgaron. Rivero Boni insiste en que no puede entrar a prisión porque no hay delito, ya que lo único que ha hecho es ejercer un derecho universal, que es la libertad de expresión.
"Andaré alzado, andaré alzado hasta que me capturen o me den tiro", ha concluido el joven, quien previamente explicó que la represión contra él comenzó en el 2011, cuando le fabricaron un delito que no cometió, y lo condenaron a 6 años de prisión por un presunto robo con fuerza.
Su madre, Jaqueline Boni, se incorporó al Movimiento de las Damas de Blanco y la Seguridad del Estado empezó a darle instrucciones a Yasser, estando él en la cárcel, para que contribuyera a que su madre abandonara el activismo.
Boni ha explicado que él lo que hizo fue todo lo contrario: se convirtió en vocero de violaciones de los derechos humanos, de actos de corrupción y de abusos desde dentro de la cárcel, todo ello a través de la prensa independiente.
En un elocuente relato, que dura unos 16 minutos, Yaser Rivero Boni explica de forma pormenorizada varios episodios que ha vivido con la policía política cubana, cómo fue golpeado en varias ocasiones por guardias, aislado en celdas de castigo y trasladado fuera de La Habana.
Rivero Boni fue juzgado el 22 de agosto por un supuesto delito de atentado, y condenado por el Tribunal Municipal de Marianao. Recibió la sentencia el lunes y este mismo miércoles debía interponer un recurso de apelación.
En 2016, Rivero Boni se hizo famoso por interrumpir una transmisión en vivo de ESPN del partido amistoso celebrado en la Habana entre el Tampa Bay Rays y la selección cubana de pelota, durante la visita de Barack Obama a la Isla.
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