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El trabajador de un establecimiento estatal en Cuba es captado en cámara maltratando a una clienta

"¡Hubo un ciclón y todo el mundo necesita comida! ¿Cuál es la falta de respeto?", exclamó la señora ante la decisión del vendedor de cerrar el establecimiento.

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Este artículo es de hace 6 años

Ocurrió en la capital, en La Lisa, pero hechos como estos bien podían haber tenido lugar en cualquier otro punto de la geografía cubana, donde a diario muchos consumidores son objeto de maltrato de trabajadores del sector estatal.

Pero esta la escena es aún más sensible porque tuvo lugar a pocos días del impacto sobre Cuba del huracán Irma, que dejó a miles de cubanos sin electricidad durante días, con algunas de sus reservas de comidas en mal estado e hizo más dificultoso de lo habitual adquirir nuevos alimentos.

En este vídeo, difundido por el reportero independiente Serafín Morán para Cubareporta TV, se ve cómo una mujer que está en una cola para adquirir carne es abordada de malas maneras por el vendedor quien, según testigos, pretendía cerrar el establecimiento de venta de derivados de cerdo y pollo, pese a ser las doce del día y haber una larga fila de personas en espera de poder comprar algo.

"¡Hubo un ciclón y todo el mundo necesita comida! ¿Cuál es la falta de respeto?", exclama la señora.

"¡Falta de respeto la tuya!" le grita el vendedor, haciendo caso omiso no solo del rol que desempeña y la distancia generacional que lo separaba de la clienta, sino de la propia situación de vulnerabilidad en que se encontraban esas personas que intentaban hacerse con algún alimento para llevar a casa.

Facebook/ Cubareportatv

Pese a que en La Habana se establecieron puntos de venta “a precios módicos” de comida elaborada para damnificados del huracán, la medida -además de insuficiente para cubrir las demandas- fue ampliamente criticada por quienes consideraban imperdonable que, tras el devastador evento, el gobierno vendiese comida en lugar de distribuirla gratuitamente a quienes, con una alta probabilidad, lo habían perdido todo.

Si usualmente en Cuba uno de los problemas que más tiempo y recursos consume es adquirir alimentos para el día a día, en una situación tan dramática como el impacto de un poderoso huracán -que ha dejado cuantiosos daños en la agricultura y las viviendas- es de esperar que se agudicen los conflictos y las personas intenten desesperadamente obtener algo para darle de comer a los suyos.

Escenas de maltratos como esta son siempre censurables, pero en contextos de desastre natural son simplemente inadmisibles y es responsabilidad de todos difundirlas para intentar, con ello, contribuir a erradicarlas

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Marlén González

(La Habana, 1978) Lic. en Filología hispánica y Máster en Lexicografía. Ha sido profesora en la Universidad de La Habana e investigadora en la Universidad de Santiago de Compostela.


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