“No hay dinero” o “se cayó la conexión”, esas son las respuestas más frecuentes que recibe hoy la persona que afanosamente intenta cobrar una remesa en las diferentes oficinas de la Western Union en Santiago de Cuba, además de sufrir las interminables colas en aquellas oficinas que sí estén brindando servicios.
“Hoy mismo, a las 9:30 am, ninguna de las oficinas de la Western Union del centro de la ciudad estaban prestando servicios, salvo la de la tienda La Violeta, que dicen ellos no tenían conexión y sospecho de esa respuesta pues las demás sí tenían, las demás no tenían dinero. Me dijeron que solo la de Boniato y las cercanas a la zona de Ferreiro estaban atendiendo clientes. A esa hora, a correr”, comenta una clienta.
Hasta tres días se puede pasar una persona en la actualidad para cobrar un dinero, porque a la falta de efectivo se unen el tiempo que a veces no se dispone pues se debe trabajar o hacer tareas cotidianas, o porque las colas se hacen inmensas y no alcanza el dinero o deben cerrar la sucursal y ahí mismo se acaba la atención al cliente; todas estas algunas de las quejas que hacen varios clientes.
Una trabajadora de Western Union explica que el problema está en que ahora mismo el efectivo que ella tiene para trabajar son como promedio 20 mil CUC y la demanda de los clientes supera eso ampliamente, además, no todos los días recibe a los agentes de TRASVAL quienes por problema de seguridad no anuncian cuándo ni a qué hora ni nada van a llegar y que, según agrega, “no vienen todos los días”.
Esa misma realidad, asegura la trabajadora, en estos días se ha visto agudizada por dos elementos más: falta de costumbre que se traduce en menos viajes, y falta de efectivo “estoy trabajando con lo que me traen en el día a día, no es suficiente ni alcanza para tener dinero para el otro día”.
“El otro asunto está en que antes las personas no recibían tanto, pero hoy no puedo atender a veces al día más de 30 clientes pues no son 300 o 400, hay personas que reciben miles, y no hay suficiente recaudación para darle el dinero a todo el que recibe una remesa”, opina.
Hay que sumar, además, que estas oficinas como el resto del sector estatal, a las 11 de la mañana cierran hasta la una de la tarde, en cumplimiento a las orientaciones del gobierno de ahorrar combustible, lo que incrementa los tiempos de las colas, largas ya en las pocas oficinas que prestan servicios.
“Para nadie es un secreto que una buena parte de la economía de Cuba son las remesas que se reciben, cada persona que emigra es un potencial flujo de dinero del exterior hacia Cuba, y las pésimas condiciones en que uno tiene que hacer las colas no están a la altura de la importancia de estas remesas, muchas veces al sol, buscando sombra como puede y donde puede, como animales, y muy fácil te puedes echar una cola de cinco horas y al final, te dicen se acabó el dinero”, opina una clienta.
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