La escultura del Gallo de Morón finalmente quedó restaurada, tras varios años de abandono en la provincia de Ciego de Ávila, según medios locales.
La reparación capital de la enorme figura en bronce del gallo que identifica a la ciudad de Morón, al norte de la citada provincia, se inició en septiembre de 2021 y culminó en mayo de este año, reportó este miércoles el medio oficialista Invasor.
Tras un estudio técnico de la Unión Constructora Militar (UCM), el conjunto escultórico integrado por una torre y la figura de bronce del gallo, firmada por la escultora Rita Longa, por los años de abandono presentaba filtraciones en la losa de la cubierta del sótano y deterioros en las partes superior e inferior de la torre, con grietas y acero expuesto que podrían ocasionar un derrumbe.
También se dictaminó que se debía hacer un levantamiento completo de todo el pasto que rodeaba la escultura, el cual estaba sobre una superficie de hormigón que servía de techo al sótano.
Luego de este análisis, trabajadores por cuenta propia de Laredo's Construcciones lograron reparar la torre y poner piso a su alrededor.
Asimismo, a la torre se le cambiaron las ventanas y se le añadió una cúpula con tecnología de fibrocemento plycem, montada en una estructura de aluminio, además de renovar las instalaciones eléctricas, las luminarias y se reprogramó la reproducción del canto del gallo, que se escucha en la ciudad a las 6:00 a.m. y a las 6 p.m., con tres repeticiones.
Además, se enchapó la torre con lajas y se rescató su diseño original por parte del arquitecto avileño Hernando Hernández Prado, quien hizo el rediseño de la cúpula.
Según historiadores, el Gallo de Morón está conectado con el célebre Gallo de Morón de la Frontera, en Andalucía, España.
En esa ciudad andaluza se hicieron populares los versos dedicados a un funcionario de finales del siglo XVI, quien fue escarmentado por sus fanfarronerías políticas y le sacaron la famosa estrofa: “Anda que te vas quedando como el gallo de Morón:/sin plumas y cacareando/en la mejor ocasión”.
Los españoles fundadores del Morón cubano trajeron hasta allí esos versos, que también calaron en las tradiciones de esa ciudad, donde en los años 50, del pasado siglo, se le erigió un monumento al gallo, que fue inaugurado hasta por el propio presidente de la república en aquel entonces, el dictador Fulgencio Batista, declarado hijo adoptivo de esa ciudad.
Debido a esto, tras el triunfo de Fidel Castro en 59, el gallo fue vandalizado por algunos pobladores ignorantes que lo tiraron a la calle, aunque otros habitantes lo restituyeron a su lugar. Pero días después vecinos de otra localidad lo volvieron a derribar.
No obstante, el gallo nunca dejó de ser el símbolo de Morón, y en mayo de 1982 fue retornado a su trono en la ciudad, tras el trabajo de los escultores Rita Longa y Armando Alonso, quienes lo volvieron a instaurar en su tronco de bronce, con una torre reloj que reproduce su canto cada vez que el sol llega o se marcha de esa ciudad.
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