El canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla protestó ante el rechazo del Departamento de Justicia de Estados Unidos a conectar un cable de telecomunicaciones submarino con Cuba.
"La absurda y deshonesta designación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo sigue siendo pretexto para causar daño al pueblo cubano. Así lo demuestra recomendación de la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos contra la licencia a cable submarino que Cuba necesita", dijo Rodríguez en Twitter este jueves.
El 30 de noviembre el Departamento de Justicia de Estados Unidos recomendó a la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) negar el permiso solicitado por el sistema ARCOS-1 USA Inc. para la instalación de un cable de telecomunicaciones submarino que conectaría el territorio estadounidense con Cuba.
El gobierno de Estados Unidos argumentó que existen "riesgos para la seguridad nacional" y "una amenaza de contrainteligencia" si se permite la instalación del cable.
La respuesta del gobierno estadounidense no le gustó al Estado cubano, que denunció una vez más la inclusión en la lista de Países patrocinadores del Terrorismo, una medida tomada durante el mandato de Donald Trump y que el presidente Joe Biden ha mantenido.
Otro funcionario público del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba que protestó usando las redes sociales fue el viceministro Carlos F. de Cossio, quien dijo que la recomendación del gobierno estadounidense es un "castigo al pueblo cubano".
"Esta es la manera en que el gobierno de Estados Unidos se supone que cumpla con su declarado compromiso de promover el uso de Internet en Cuba, de expresar en la práctica su declarada preocupación por el bienestar del pueblo cubano, al que castiga despiadadamente con el bloqueo económico", dijo Cossio en Twitter.
El gobierno estadounidense advirtió que no aceptaba la colocación del cable porque el sistema de aterrizaje de cables en Cuba sería propiedad de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A. (ETECSA).
En criterio del gobierno estadounidense eso supondría que el Estado cubano "podría acceder a datos confidenciales de Estados Unidos que atraviesan el nuevo segmento de cable a través de su control de ETECSA".
Este proyecto pretendía ampliar el alcance y conectar a Cuba a través de una estación de aterrizaje en Cojímar, en el municipio Habana del Este, en la capital cubana.
En Estados Unidos existe el sistema de cable submarino ARCOS-1 que conecta al país con otras 15 naciones de América Latina, entre las que se encuentra Venezuela, Colombia, Panamá, Nicaragua y México.
El primer cable de comunicación submarina entre Estados Unidos y Cuba funcionó el 21 de agosto de 1867. En esa fecha se registró el primer contacto entre E.O. Gwynn, alcalde de Cayo Hueso y Joaquín del Manzano, Capitán General de Cuba.
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