Antes de 2023, tan solo cuatro peloteros habían podido pegar 40 jonrones y robar 40 almohadillas en la misma temporada de MLB. Desde que en 1988 lo logró el cubano José Canseco, únicamente Barry Bonds, Alex Rodríguez y Alfonso Soriano pudieron conseguirlo, e imitar esa hazaña se convirtió en el sueño de muchos jugadores enfrascados en probar que disponían de muñecas poderosas y piernas veloces.
Sin embargo, a Ronald Acula Jr. le pareció que el 40-40 era sencillo, y hace menos de una semana cerró el primer 40-60 del béisbol. El mundo se puso a sus pies, pero él estaba insatisfecho y anoche, contra los Cachorros, estafó las dos bases que le faltaban para un extraordinario (¿y eterno?) 40-70.
“Mentiría si dijera que pensé que iba a lograrlo”, dijo el venezolano al término del juego, en declaraciones citadas por MLB.com. “Era uno de esos números que no eran imposibles, pero parecían imposibles. Afortunadamente pudimos conseguirlo".
Novato del Año de la Liga Nacional 2018 y cuatro veces All-Star, Acuña firmó la proeza en el décimo inning del choque y levantó la base mientras el público lo premiaba con un largo aplauso. Instantes después, un hit de Ozzie Albies lo llevó hasta el plato (deslizamiento de manos incluido) para ponerle final de modo sensacional al desafío.
De momento los Bravos ya están en la postemporada, pero les restan cuatro juegos para que el jardinero de 25 años siga añadiendo líneas a esta historia alucinante.
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