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Cubanos opinan sobre gravamen al dólar: Es una decisión arbitraria y a nadie interesa cambiarla

"De una u otra forma, el 'jodido' siempre lo ponemos nosotros, los que inventamos hasta arrancarnos las tiras del pellejo para tener cualquier cosa", opina una habanera sobre esta medida.

Cubanos en una CADECA de La Habana. (imagen de referencia) © CiberCuba
Cubanos en una CADECA de La Habana. (imagen de referencia) Foto © CiberCuba

Este artículo es de hace 4 años

La aún "fresquita" autorización de la compra minorista en monedas extranjeras a través de tarjetas magnéticas mantiene al dólar norteamericano (USD) en pleno "apogeo" en la isla, donde hasta hoy en las operaciones comerciales predominan la moneda nacional (CUP) y el peso convertible (CUC).

"Buscan desestimular la entrada de USD en efectivo al sistema bancario y financiero cubano sin tener en cuenta que, con el impuesto del 10%, no frenan la presencia del dólar, sino que hacen que circule de forma más clandestina", opina Jeny, cuyo hermano reside en Houston, Texas, desde hace cinco años.

Aunque la versión oficial asegura que el gravamen, establecido en 2004, seguirá vigente como una respuesta a las prohibiciones norteamericanas que impiden operar con esa moneda en bancos foráneos, los cubanos no dejan de cuestionar la pertinencia de esa medida.

"Quieren motivar el ingreso de dinero que, como los dólares canadienses, los euros, las libras esterlinas, los francos suizos y otros, no tienen restricciones, pero se olvidan de que la mayor cantidad de remesas, una de las más grandes fuentes de ingresos de divisas al país, proviene de Estados Unidos. De una u otra forma, el 'jodido' siempre lo ponemos nosotros, los que inventamos hasta arrancarnos las tiras del pellejo para tener cualquier cosa", afirma esta cubana, quien es propietaria de una pequeña cafetería en Arroyo Naranjo, La Habana.

Visto que no se aplica el gravamen del 10% a las transferencias bancarias ni las operaciones con tarjetas internacionales, no pocos sostienen que lo mejor es evitar a toda costa el uso de efectivo. No obstante, el dólar está disparado en el mercado informal y cada vez hay más dólares circulando irregularmente en la calle.

Así lo sostiene Mayito, quien se dedica a viajar a México para revender mercancías en Cuba.

"Hay tanto lío con el dólar que había que olvidarse de él desde hace rato o crear las condiciones (que aún no tenemos), para que todas las transferencias y las operaciones sean electrónicas. Ni siquiera creándonos una tarjeta resolvemos nada porque desde Estados Unidos no se puede mandar dinero a no ser a forma de envío por la Western Union, que siempre nos da el USD ya convertido a CUC", apunta.

“Me parece correcto que se incentive la inyección de otras monedas al país, pero nadie entiende que las personas naturales no puedan abrir cuentas bancarias a plazo fijo en euros como se puede hacer en USD, CUP o CUC. Lo que nunca debimos hacer fue introducir el CUC para captar las divisas que llegan al país. Se trata de una moneda totalmente ficticia, sin valor real", opina.

"Debería permitirse el ahorro en otras monedas y así el abuso sería menor. Con la introducción de la venta en USD ha aparecido una nueva moneda con la que podemos comercializar, pero solo dándonos pérdida. La única forma de no salir mal parado teniendo dólares es haciendo que nunca pasen por el banco", dice el también arrendatario privado de un apartamento.

Las estadísticas recogen que entre 2017 y 2018 solo en Panamá los cubanos invirtieron más de 600 millones de dólares.

Glenda, una bióloga que se dedica a vender dulces para llegar a fin de mes, cree que "para evitar la fuga de capital debe existir un mecanismo que estimule a los nacionales a invertir y gastar su dinero aquí. Eso nos haría la vida un poco más fácil a todos.

Sin embargo, para esta cubana, "el gravamen hace todo lo contrario. Mantenerlo es un error porque el dólar es el que impera en el mercado internacional y las pérdidas nos están afectando a nosotros mismos. Es cuando menos una decisión arbitraria y al parecer a nadie le interesa cambiarla".

Si bien la tenencia del dólar no está prohibida, sí lo está la circulación en el territorio nacional porque se asume por defecto que en su lugar el mercado ofrece únicamente el CUC y el CUP. Por tanto, los cubanos que no tienen acceso directo a los dólares tienen que ir al mercado negro a cambiar si quieren hacerse de algo tan simple e indispensable como un aire acondicionado, una nevera u otro equipo electrodoméstico.

El cubanoamericano Emilio, que visita la isla dos o tres veces al año para ver a su novia en Pinar del Río, explica que "las personas que están en el exterior y antes traían otra moneda ahora vienen con dólares para venderlos en la calle porque ha aumentado la tasa de cambio informal. Además, el turista que llega con dólares no quiere que le apliquen el gravamen y sencillamente cambia en la calle por CUC".

"Los cubanos, sin embargo, están perdiendo doble porque se están vendiendo los dólares en 1.15 y los revendedores lo cogen a 1.05. En el mejor de los casos pueden comprarlos a 1.10, pero luego el banco de todas formas les aplica el diezmo. Toda la explicación política de que el culpable es el bloqueo está bien para los bobos. Al final quien se perjudica es la gente más humilde que ve reducida en un 10% su capacidad adquisitiva", concluye el comunitario de unos 50 años.

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