Raquel Urdaneta López, una anciana de La Habana con insuficiencia renal crónica y anemia, consiguió finalmente Eritropoyetina Humana Recombinante, luego de trabas burocráticas que impedían a su familia comprar el fármaco.
Largos procesos burocráticos y desidia habían impedido que los familiares de la anciana de 88 años obtuvieran el medicamento, pues el certificado médico con el que podía comprarlo no era aceptado en las farmacias por estar emitido en una hoja de papel común con los datos, ante la falta de un modelo impreso, según trascendió en la columna "Acuse de recibo", del periódico oficialista Juventud Rebelde.
Sin embargo, después de denunciar públicamente el proceso, los funcionarios de salud resolvieron el problema.
El documento, emitido el 21 de febrero de este año, no fue aceptado en la farmacia del Hospital "Miguel Enríquez" donde podían comprarlo sin inconvenientes previamente, pero ahora fue rechazado bajo la orden de "solo despachar los medicamentos con la presentación del certificado en el modelo oficial".
Ante esa primera traba, la hija de la anciana acudió al hospital, con un modelo de certificado en blanco y con el emitido en una hoja ordinaria por la doctora, y acompañado de la historia clínica, el carné de identidad y la tarjeta de control del medicamento, para que la nefróloga lo transcribiera, pero esta se negó a hacerlo, alegando que la mujer no era su paciente.
Al trata de convencer a las funcionarias de la farmacia, ofrecieron la misma respuesta y repitieron que sin modelo oficial no había medicamentos.
Buscó a la doctora que expidió el certificado pero no pudo hallarla y en medio de todo, la anciana seguía sin inyectarse la eritropoyetina humana recombinante, una molécula de síntesis idéntica a la Epo endógena que actúa como un regulador primario de la eritropoyesis, estimulando la proliferación y diferenciación de las células precursoras de los eritrocitos en la médula ósea.
Luego de varias denuncias en el medio oficialista Juventud Rebelde y tras visibilizarse el caso en redes sociales, el director del policlínico, la Dra. jefa del Grupo Básico y la médico de la familia visitaron a la anciana, le pidieron los documentos necesarios, hicieron todas las gestiones con un auto de la Dirección Municipal de Salud Pública y le llevaron las medicinas.
"Espero que esto no tenga que ocurrir más ni para su madre ni para ningún cubano.Y que se saquen lecciones de esto y se tomen las medidas que cierren la puerta a las fuerzas destructoras. La desidia no puede ser el futuro de Cuba y por ello todos los buenos cubanos vamos a luchar", dijeron los especialistas de Salud.
La crítica situación con el sistema de salud cubano empeora por la desidia de los funcionarios que ha puesto en riesgo la vida de ancianos en el país.
Personas de la tercera edad han fallecido por no poder continuar consumiendo sus medicamentos, otras han estado al borde de la muerte luego de esperar durante horas por una ambulancia mientras languidecen en sus casas.
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