APP GRATIS

Reinhuman restos de monseñor Pedro Meurice en Catedral de Santiago de Cuba

Fuerte crítico del régimen cubano, el religioso cobró notoriedad mundial el 24 de enero de 1998, en la histórica visita de Juan Pablo II, cuando, como arzobispo de Santiago de Cuba, pronunció un duro mensaje contra el régimen en la misa que ofreció el Pontífice en esa ciudad. 

Ceremonia de reinhumación de Monseñor Pedro Claro Meurice Estiú © Facebook / Arzobispado de Santiago de Cuba
Ceremonia de reinhumación de Monseñor Pedro Claro Meurice Estiú Foto © Facebook / Arzobispado de Santiago de Cuba

Los restos de monseñor Pedro Claro Meurice Estiú, arzobispo emérito de Santiago de Cuba fallecido en Miami en 2011, fueron reinhumados este miércoles 12 de julio en la Catedral de esa provincia.

La ceremonia de reinhumación incluyó una misa de exequias y fue transmitida a través de las redes sociales y medios de comunicación de la iglesia católica cubana.

Los restos de Meurice Estíu, quien falleció en Miami con 79 años a consecuencia de un infarto, descansan desde este miércoles en la Santa Basílica Metropolitana Iglesia Catedral de Santiago de Cuba.

El decimocuarto arzobispo de Santiago de Cuba fue recordado por fieles laicos, religiosos, sacerdotes y personas que lo conocieron en sus más de cincuenta años de vida pastoral, la mayoría de la cual predicó en esa provincia del oriente de Cuba.

“Les convoco a hacer lo posible para participar comunitariamente en esta Santa Misa, en esta acción de gracias por el don de su vida. En ella le encomendaremos al Señor y pediremos por su familia, por nuestra querida arquidiócesis y por todo nuestro pueblo de que él siempre puso en manos de la Virgen de la Caridad para confiarlo a su Hijo Jesús”, llamó en una carta pública Dionisio García Ibáñez, actual arzobispo de Santiago de Cuba.

Meurice Estíu fue ordenado sacerdote en 1955 y se desempeñó como arzobispo de Santiago de Cuba de 1970 a 2007, cuando el Papa Benedicto XVI le aceptó la renuncia y en su lugar designó a García Ibáñez.

En la última misa que ofició, el 18 de febrero de 2007, el prelado dijo esperar la llegada de “un día esplendoroso, un día de sol” para “todos los cubanos piensen como piensen, crean o no crean en Dios, estén donde estén, dentro de Cuba o fuera de Cuba”.

“Llegará el día en que tanto dolor y tanto sufrimiento, tanto trabajo, tanto sudor, no serán en vano, darán su fruto y fruto abundante. Y todos podremos gozar de alegría, de paz, de unidad”, dijo en su misa de despedida en Santiago de Cuba.

El actual arzobispo afirmó que Meurice Estíu fue “ejemplo de pastor digno de imitar a las próximas generaciones de cristianos y cubanos”.

Fuerte crítico del régimen cubano, el religioso cobró notoriedad mundial el 24 de enero de 1998, en la histórica visita de Juan Pablo II, cuando, como arzobispo de Santiago de Cuba, pronunció un duro mensaje contra el régimen en la misa que ofreció el Pontífice en esa ciudad.

Ante Raúl Castro, Meurice Estiú señaló que los cubanos debían “desmitificar los falsos mesianismos” y presentó al Papa un panorama de “realidades” de un país “desgarrado por el exilio”, el “egoísmo”, la “pobreza de libertad” y “el bloqueo foráneo”.

“Le presento además a un número creciente de cubanos que han confundido la Patria con un partido, la Nación con el proceso histórico que hemos vivido en las últimas décadas, y la cultura como una ideología”, dijo.

Sus poderosas palabras quedaron para la historia y causaron malestar en el régimen cubano y sectores moderados de la Iglesia cubana, que no las consideraron apropiadas para la ocasión. “El arzobispo tuvo una homilía fuerte, fuerte”, dijo el Papa luego en Roma, según recordó Meurice Estiú.

“Santo Padre, usted dijo que el arzobispo de Santiago de Cuba había dicho unas palabras fuertes, fuertes; yo quiero saber si dije algo malo o si mis palabras fueron del agrado de Su Santidad”, le dijo el religioso a Juan Pablo II, a lo que este respondió: “Todo muy bien, todo muy bien”.

Nacido el 23 de febrero de 1932 en San Luis, en la provincia de Santiago de Cuba, Meurice Estiú estudió filosofía en el seminario de esa región y teología en La Habana y en República Dominicana.

En un artículo publicado en 2005 en el Boletín Bimestral de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba, el religioso compartió una reflexión sobre las cuatro frases más importantes dichas por Juan Pablo II en su visita a Cuba.

“‘No tengan miedo’: Es una frase del Papa que la ha dicho en muchas otras partes. No tengan miedo, yo sé la situación en la que ustedes viven. Yo sé lo que están pasando, porque mi pueblo también ha pasado por eso. Esa expresión está en las Sagradas Escrituras. Es lo que Jesús les dice a sus discípulos: No tengan miedo. Desde luego, la gente entendió perfectamente bien lo que el Papa quería decir”.

Abran el corazón a Cristo, al Redentor, como hacían sus testigos. Esta es la frase del Papa: ‘Abran las puertas al Redentor’, y tiene como destinatario a todo el mundo. Cristo tiene su fuerza propia, la fuerza de Dios”.

Sean protagonistas de su propia historia. No dejen que otro haga su historia. No renuncien a la responsabilidad de hacer su propia historia, de vivir su propia vida. La historia es las raíces de la persona, sin ellas no hay identidad. No hay por qué vivir. Recuperar su historia y vivir en consecuencia, vivir en su tiempo. Sí, hay peligro de que le pongan nombres a uno cuando uno vive la responsabilidad de ser protagonista de su propia historia”.

La Virgen: el signo y el símbolo de la libertad en el pueblo cubano. La Virgen ha estado en la historia de Cuba desde hace siglos”.

¿Qué opinas?

COMENTAR

Archivado en:


¿Tienes algo que reportar?
Escribe a CiberCuba:

editores@cibercuba.com

 +1 786 3965 689


Siguiente artículo:

No hay más noticias que mostrar, visitar Portada