Ajena al reciente “movimiento de cuadros” que sacudió la dirigencia del régimen cubano, la Unión Eléctrica de Cuba (UNE) anunció para este sábado un abultado déficit en la capacidad de generación, que provocará nuevamente masivos apagones en el país.
“Se estima para la hora pico una disponibilidad de 1,970 MW y una demanda máxima de 2,700 MW, para un déficit de 730 MW, por lo que de mantenerse las condiciones previstas se pronostica una afectación de 800 MW en este horario”, indicó la UNE en sus redes sociales.
Sin preocuparse por “corregir distorsiones”, la empresa estatal que dirige Alfredo López Valdés volvió a mentir a los cubanos en relación con los apagones que les afectaron la víspera.
Si este viernes, la nota informativa de la UNE pronosticaba una afectación de 562 MW en el horario pico, en el parte de este sábado la empresa reconocía (como ya es habitual), que su pronóstico se quedó corto y las afectaciones en este horario alcanzaron los 608 MW.
La semana que concluye resultó crítica para el suministro de energía eléctrica de la empresa estatal socialista, con apagones superiores a 12 horas diarias el pasado lunes, cuando las afectaciones alcanzaron los 1,111 MW; y cifras semejantes los siguientes días.
A finales de enero, la UNE informó que la termoeléctrica Antonio Guiteras entraba en funcionamiento tras una parada de varias jornadas por mantenimiento. Sin embargo, la sincronización al sistema electroenergético nacional (SEN) de la mayor termoeléctrica del país no supuso una mejoría en la generación eléctrica.
El “déficit de combustible” y las “altas transferencias” han sido las últimas excusas ofrecidas a los clientes por una empresa que no acaba de ofrecer un servicio estable a pesar de ser clave para “reimpulsar la economía”.
En cualquier momento, un “ataque informático proveniente del exterior” se suma al catálogo de pretextos que alega constantemente la UNE, y el gobernante Miguel Díaz-Canel se verá nuevamente obligado a fingir que gobierna.
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