Es quizás el más fácil de elaborar, pero solo en apariencia. Los grumos no deben deshacerse, ni quedar muy cocinados, ni el almíbar quedar muy espesa. La calidad original de la leche es importante. Es casi imposible de hacer a partir de leche en polvo. De modo que en Cuba, este postre pertenece a la memoria, o es el premio de quienes tengan parientes campesinos, propietarios de una vaca.