El gobierno de Cuba acusó este jueves a Estados Unidos de presionar a países de la región y sus embajadas acreditadas en La Habana para obstaculizar el otorgamiento de visados de tránsito a ciudadanos cubanos involucrados en trámites migratorios.
En una declaración emitida por el Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX), el director general de Asuntos Consulares y de Cubanos Residentes en el Exterior, Ernesto Soberón Guzmán, denunció "las gestiones y presiones del gobierno de Estados Unidos para lograr que los países de tránsito tomen medidas contra el emigrante cubano".
Soberón sugirió que Estados Unidos busca que se exijan visas en países que no lo hacían en el pasado, incluyendo visas de tránsito, lo que afecta incluso a cubanos con residencia permanente en el exterior.
"Además, de manera solapada, Washington se afana en obstaculizar el procesamiento de los nuevos visados en las embajadas acreditadas en La Habana, con el objetivo de incrementar el malestar de los cubanos afectados", expresa la declaración.
Soberón agregó que se trata de gestiones que contrastan con "el estímulo tradicional y velado" a que el emigrante use esos territorios para llegar irregularmente a la frontera sur de Estados Unidos, donde se le facilita el ingreso.
La declaración se produce en momentos en que Cuba experimenta una ola desproporcionada de salidas de sus ciudadanos hacia países centroamericanos, en su mayoría con el propósito de llegar de manera irregular a la frontera de México y solicitar asilo ante las autoridades migratorias de Estados Unidos.
Una crisis migratoria está en marcha. En apenas cinco meses del presente año fiscal estadounidense, que comenzó el pasado 1 de octubre, más de 47 mil cubanos han entrado a territorio estadounidense por puntos fronterizos de manera irregular, 46,752 de ellos por la frontera sur.
En el mismo período, más de 1,200 cubanos fueron capturados en altamar o lograron llegar a las costas de Florida en embarcaciones rústicas o viajes de contrabando humano desde la isla.
La situación se disparó particularmente desde el pasado noviembre, cuando Nicaragua anunció la exención de visados para ciudadanos cubanos y colapsó la oferta de boletos aéreos, que en estos momentos alcanzan los $4,500 dólares para viajar de La Habana a Managua.
A la vez, Colombia, Costa Rica y Panamá han establecido el requisito de visado de tránsito para los cubanos, coincidiendo con el creciente flujo de viajeros desde La Habana. La exigencia de visados ha desencadenado reclamaciones y protestas ante las sedes diplomáticas de esos países.
El MINREX reconoció que en las últimas semanas los ciudadanos están afrontando dificultades al intentar viajar a países de la región con la nueva exigencia de obtener visas para visitar o hacer tránsito en algunos de ellos.
"Se trata de una situación compleja, que el gobierno cubano está atendiendo con sumo rigor y que tiene varias causas", señaló la declaración.
Soberón explicó que las autoridades cubanas están en comunicación con gobiernos de la región y les han solicitado que se apliquen, con anuncios debidamente anticipados, plazos de implementación razonables y la oportunidad para aliviar la carga a quienes ya han incurrido en gastos y compromisos de viaje sin el requerimiento de visa.
Pero también la declaración informó que Cuba ha tratado estos temas directamente y por los canales diplomáticos con el gobierno de Estados Unidos, al que culpó por "su conducta abusiva con el aspirante cubano a emigrar".
Soberón mencionó que desde 2017 Estados Unidos incumple "unilateral e injustificadamente" la obligación suscrita en 1994 de asegurar la migración legal con la concesión de al menos 20 mil visas anuales a ciudadanos cubanos.
La declaración enfatizó que los obstáculos para obtener los visados de inmigrante, la Ley de Ajuste Cubano (CAA) y el recrudecimiento del embargo son los factores que estimulan la emigración irregular de los cubanos con destino a Estados Unidos, lo cual calificó de una política también "dañina para los países de la región".
Asimismo, cuestionó al presidente Joe Biden por incumplir sus compromisos de campaña electoral sobre los acuerdos migratorios establecidos con Cuba y por mantener muy lmtados los servicios del Consulado estadounidense en La Habana.
"Resulta cínico obligar a los cubanos viajar a Guyana para procesar sus visas de migrantes y, a la vez, gestionar que se le imponga como requisito obtener una visa de tránsito por un tercer país a los que pretendan llegar a Georgetown", consideró el documento.
Desde 2018, los cubanos deben procesas sus visas de inmigración en la embajada de Estados Unidos en Guyana, debido a la congelación de los servicios consulares en la sede diplomática en La Habana tras lo llamados "incidentes sónicos". La administración de Donald Trump retiró al 60 porciento de su pesonal diplomático, una decisión que el Departamento de Estado comenzó a revertir a comienzos de este mes, con el anuncio de una reapertura limitada de la legación.
La reacción del gobierno cubano se sucede luego de que autoridades estadounidenses han sostenido contactos con gobiernos de la región centroamericana en medio de la grave crisis migratoria que golpea la frontera sur. En lo que va de año fiscal 2022, un total de 967,743 inmigrantes irregulares han buscado ingresar a Estados Unidos, y 1.9 millones lo hicieron en 2021.
Los cubanos están entre las cinco nacionalidades con más registros de casos en la franja fronteriza de México.
La pasada semana, el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS), Alejandro Mayorkas, realizó una gira de trabajo por México y Costa Rica ante el imparable flujo de inmigrantes en la llamada "ruta centroamericana".
En México, Mayorkas se reunió con el presidente Andrés Manuel López Obrador y con el canciller Marcelo Ebrard para tratar el tema migratorio en la zona limítrofe y promover "la cooperación para el desarrollo con justicia y respeto a los derechos humanos" en materia de migración.
En mayo, López Obrador realizará visitas a países vecinos y terminará su recorrido en Cuba, donde abordará el tema migratorio con el gobernante Miguel Díaz-Canel.
Sin embargo, la actual explosíón migratoria de cubanos por vía terrestre y marítima es mucho menos voluminosa que la crisis de tránsito por Centroamérica de 2015, cuando cancilleres latinoamericanos pidieron una intervención de la Casa Blanca para solucionar un problemas humanitarios y logísticos generados.
Por entonces, las entradas de cubanos por la frontera sur sumaron 28,642 en el año fiscal 2015 y 41,523 en 2016, así como un total de 10 mil entre interceptados en el mar o llegados a tierra firme en el sur de Florida en ambos períodos.
Con posterioridad, el presidente Barack Obama canceló la política de pies secos/ pies mojados, que eliminó beneficios migratorios para los cubanos que arribaran de manera irregular a territorio estadounidense.
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