1) No más azúcar por favor, ya está muy dulce:
En una nación donde un café se convierte muchas veces en una oscura poción azucarada y donde los dulces en almíbar pueden cristalizar, rara vez se oirá a algún cubano quejarse por lo excesivamente azucarado de algo.
2) Llama antes de venir a casa:
En Cuba, en primer lugar, no todo el mundo dispone de teléfono fijo, no digamos ya de celular. Además, tampoco existe el hábito de anunciar una visita sino aparecer en casa ajena sin más.
3) Tengo estrés post-vacacional:
Lo primero es que para muchos estar de vacaciones no es vacacionar, sino dejar de trabajar y lo segundo, es que quienes pueden permitirse hacer viajes de descanso y relax regresan molestos, quizás, por tener que reincorporarse a sus puestos laborales, pero nunca estresados. Existen demasiadas situaciones estresantes en la cotidianidad como para dejar que el relax también se vea permeado por esto.
4) ¿Miraste que no estuviera caducado?
Todos saben que en Cuba muchos comercios van cambiando periódicamente la fecha de caducidad de los productos para mantenerlos más tiempo a la venta, aquellos que la llevan, porque los que se venden en los negocios en moneda nacional ni tan siquiera suelen indicar la fecha de vencimiento. Además, el olor, el sabor y la apariencia son indicadores más que suficientes para saber si algo que está bueno y el cubano se fía de ellos.
5) En realidad Varadero está sobrevalorada como playa:
Varadero no es solo icono y atractivo turístico de Cuba sino orgullo nacional, por lo que siempre sobrarán las razones para justificar que Varadero es la mejor playa de Cuba -algunos amplían la zona-, pero nunca para demeritarla.
6) Mejor hervido que frito:
Un buen plato de comida en Cuba lleva grasa, en los aliños y en la elaboración. Un buen plato sin vianda frita para un cubano no está completo.
7) Debo comer más carnes blancas y pescado, y menos carne roja:
Tristemente, desde hace décadas la carne de res está prácticamente desaparecida de los hogares y dietas cubanos (la ausencia, en realidad, puede extenderse a otras proteínas animales), pues solo puede adquirirse legalmente en las tiendas en CUC, que la expenden a precios abusivos y prohibitivos para el bolsillo trabajador.
8) No gracias, no quiero:
En una sociedad donde son típicas expresiones como 'lo que te den cógelo', 'quien come bueno y come malo come dos veces' y similares, no suele ser frecuente que se rechace un ofrecimiento (sea de comida, bebida, paseo o invitación).
9) Está un poco usado, compremos otro:
La necesidad, las carencias, las faltas de abastecimiento y una gran capacidad de inventiva hacen del cubano un aprovechador nato, y sus hogares, auténticos almacenes-museos donde arandelas, piezas de aparatos, botones, tejidos y muchos más aguardan en espera de servir de parche, remiendo, sustituto, reutilización o 'segunda vida'.
10) No soy experto, no puedo opinar:
Los cubanos saben de todo y de todo hablan; si es necesario hacen de curanderos, mecánicos, electricistas, modistas y hasta médicos. Un cubano no suele quedarse callado por no saber a fondo de un tema, opina aunque no sepa y dice aunque no tenga demasiados argumentos. Aconsejadores y sabelotodos, esos son los cubanos.
Seguramente nos hemos dejado alguna fuera, más jocosa o más seria por eso, si crees que echas algunas de menos déjala en tus comentarios.
Imagen tomada de HabanaLinda
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