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13 señales de que aprendiste a tomar en Cuba

Los cubanos como pueblo hedonista, alegre y bailador, para sofocar al bichito de la tristeza, hacernos de buenos momentos y gratas compañías nos valemos siempre o casi siempre de nuestra afinidad (y resistencia) al ron, las cervezas y toda la extensa gama de cocteles tropicales que se dan como fruta de temporada en la isla.

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ron cubano Foto © i.ytimg.com

Este artículo es de hace 7 años

Los cubanos como pueblo hedonista, alegre y bailador, para sofocar al bichito de la tristeza y hacernos de buenos momentos y gratas compañías nos valemos siempre o casi siempre de nuestra afinidad (y resistencia) al ron, las cervezas y toda la extensa gama de cocteles tropicales que se dan como fruta de temporada en la isla.

A continuación te dejamos con 13 señales que delatan que, estés donde estés ahora mismo, entrenaste tu vicio secreto en la mayor de las Antillas:

1. Sabes el verdadero significado de “chispa e´ tren” y, con él, por lo menos una vez se te ha ido la mano

No existe categoría que pudiera aproximarse a describir el sabor y efectos secundarios del llamado “chispa e´ tren”, pero si existiera, sin dudas se apoyaría en adjetivos como rastrero, vergonzoso, e incluso se valdría de una alarma: “¡alerta, más bajo no puedes caer!”. De todas formas, no son pocos los amateurs que en su adolescencia y quizá de nuevo en la adultez han caído bajo el “encanto” de este ron de tres por quilo, que se bebe únicamente cuando no hay otra opción.

2. Conoces cada variedad existente de Havana Club

Y sabes que no hay mejor regalo para un padre cubano (no abstemio) que alguna de las más añejas de esta misma saga. Seguramente el Havana Club fue el ron recurrente en todas tus fiestas, siendo el rey de la noche aquel que trajera la botella más oscura. A que te dabas tus salticos por el Museo del Ron de La Habana Vieja para catar de gratis la “creme de la creme” del ron cubano, confiésalo.

3. El mundo se divide en dos tipos de personas, las de Bucanero y las de Cristal

Estas dos cervezas se robaron por mucho tiempo el estrellato en los bares y cantinas de Cuba, la primera fuerte y oscura, la segunda clara y menos amarga. Si eres de Cristal vas hasta el fin del mundo diciendo que es mucho mejor que Bucanero y viceversa, y si por casualidad se agotaron las que te gustan, prefieres comprar ron que darle el gusto a la cerveza “enemiga”.

4. Crees que el mojito y el daiquirí están sobrevalorados

Y es que para nosotros es de lo más común ligar un poco de limón con agua tónica y azúcar, ron blanco y añadir o no yerba buena. En cualquier casa cubana te lo preparamos en lo que canta un gallo. Sin embargo, en hoteles y centros nocturnos tanto “de lujo” como de cubanía estereotipada (La Bodeguita del Medio, El Floridita) llegan a cobrar hasta 6 dólares (más de 140 pesos cubanos) por uno de estos cocteles, que en ocasiones no están ni debidamente preparados.

5. Lo mezclas todo (vodka, vino, lo que sea) con TuKola

Muchos no tenemos el hábito de zamparnos el trago sin acompañante, bien es sabido que hasta el ron cubano más ligero es bastante fuerte, así que ligamos absolutamente todo con TuKola, la Coca Cola de Cuba, más barata y más dulce.

6. La persona más importante de la fiesta es la que trae el ron

No existe fiesta cubana sin una o varias botellas de ron, ya que en ocasiones resulta muchísimo más barato que las cervezas (cada una actualmente sobrepasa los 24 pesos cubanos). Aquel que rompe el silencio incómodo con la frase “ponina, que voy a buscar ron” se gana el aprecio desmedido de todos los participantes por el resto de la noche.

7. Si eres de La Habana, sabes que no hay mejor lugar que el Malecón para beber

Cuántas noches de “chucho” frente al mar no habrás vivido, en cuántas ocasiones no caminaste toda la avenida 23 buscando la botella perfecta para termnar finalmente en el malecón, junto a miles de habaneros que allí se regocijaban, lloraban, amaban, bailaban.

8. Nadie sabe mejor que tú qué triste es comprar un “planchao”

Una cajita de cartón, cuyo contenido no es jugo tropical, sino ron de origen cuestionable. No hay nada más deprimente que comprar uno de estos pues implica admitir que: a) bebes solo, b) no tienes aprecio por tu paladar o c) te quedaste sin dinero para permitirte la más barata de las botellas. Cualquiera que sea el caso, nunca, nunca termines comprando un planchao, o al menos, hazte el favor de ligarlo con cola o limón para que no te raspe el tracto digestivo.

9. Le regalas tu corazón a quien te regale un añejo siete años

Un ron Premium oscuro y semidulce que tradicionalmente comercializa la marca cubana más conocida dentro de la isla, Havana Club. Es habitual en Cuba regalar uno de estos como muestra de aprecio y respeto, también es considerado un acto de sofisticación y buen gusto. Nos pasamos la vida soltando indirectas hasta que finalmente alguien te lo regala y luego, bueno, luego no se toma, se guarda intacta la botella para un momento muy especial (advertencia, este momento puede tardar cien años).

10. Los vocablos “vuele” y “prende” forman parte de tu léxico diario

“Qué clase de vuele tengo” o “Tremendo prende has cogido, se te ve en la cara” son algunas de las frases más comunes hoy en la isla en relación al estado de embriaguez de alguien luego de una rato empinando el codo, y devienen eufemismos para admitir que estamos borrachos como una cuba.

11. No temes a improvisar con el ron, tienes un largo catálogo de tragos bajo el brazo

Con el ron cubano puedes mezclar LO QUE SEA, incluso hay a quienes no les disgusta con helado, sí, leyeron bien, con helado. También puede ligarse con algo de café a falta de licores, con agua de coco para formar el Saoco y, más típico, con limonada, refrescos gaseados de todo tipo o leche (variación del white russian tradicional).

12. No tienes cultura de vino (y francamente no te interesa tenerla)

Sin ánimos de generalizar, a los cubanos no les ha interesado mucho aquello de conocer sobre los cultivos de diferentes uvas para moldear variedades vinos, asistir a las catas (a no ser para tomar de gratis), o cenar frecuentemente con una botella de Pinot Noir, nada por el estilo. Desde hace décadas en la isla esta bebida puede alcanzar precios exorbitantes y las que se pueden adquirir sin dejar un hueco en el bolsillo no tienen muy buen sabor.

13. Santero tiene otro significado para ti además del religioso

El aguardiente Santero, el que te abre los caminos, es una de las bebidas más icónicas de Cuba junto con el famoso Ron Mulata.

Imagen tomada de: https://i.ytimg.com

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