El Período Especial marcó el inicio de la peor crisis económica que ha conocido la mayor de las Antillas, pero también acogió a la primera de las generaciones más peculiares de cubanos que, desde el momento de su nacimiento tuvieron todas las de perder y mucho por lo que trabajar sin garantías, sin un futuro predecible y certero.
Si tu infancia se desdobló a partir de la caída del campo socialista en el mundo, entonces seguro te habrán delatado algunas de las siguientes señales:
1. El camello no es un animal, es tu peor pesadilla
Aunque no lo viviste como lo vivieron tus padres, estas largas bestias de hierro semioxidadas se convirtieron en el equivalente real para el hombre del saco. Montarse en una de ellas a veces era inevitable, pero rezabas mil veces para que ese día nunca llegara.
2. No puedes evitar decir “carne de res” en voz baja y con intriga
Nunca supiste de dónde tus padres sacaban la carne de res, de lo que sí estabas seguro es de que era ideológicamente incorrecto comerla, por lo que su nombre, como el de Voldemort, nunca debía ser mencionado.
3. Tu aula no se dividía en varones y hembras, sino en Backstreet Boys y Spice Girls
Este es uno de los pocos fenómenos pop de los noventa que la globalización logró introducir en Cuba. Los niños de tu aula hacían coreografías y discutían sobre quién era Bryan o quién era Nick, los más cotizados, mientras que de las Spice Girls solo las conocías por el color del pelo como “la rubia” o “la pelirroja”.
4. Escuchabas a tus padres hablar de cómo “antes” con 3 kilos podían entrar a Tropicana
Y a muchos lugares más, hoteles, restaurantes, condominios con piscinas. Todo ello era posible con el salario de un trabajador promedio y tú, hoy, todavía, no te lo crees.
5. Aprendiste el significado de “quien tú sabes” y “la cosa”
Con la irrupción del período de crisis económica más duro que ha acompañado la historia de Cuba, los ánimos comenzaron a bajar y la decepción hacia la forma de gobierno comenzó a subir. Por miedo a la represión no se decían nombres, y no se apuntaban dedos hacia nada o nadie.
6. Te zampabas Arcoíris Musical con tal de ver los muñequitos rusos
Salías de la escuela y, sin quitarte el uniforme, te sentabas en el piso frente al televisor a ver “Lolek y Bolek” o “Conejo y Lobo”, pero primero tenías que zamparte completo Arcoíris Musical, con Alegrina y Tristolino, un programa de videos clip para niños con marionetas de lo más cutre y recurrentes presentaciones del famoso Toqui.
7. Escuchar el tema de Voltus Cinco te saca una sonrisa
Jurabas que te sabías la canción, a pesar de que era en japonés, y te parabas frente al televisor a cantarla completa. Gracias a esta serie, emitida los fines de semana bien temprano en Tanda Infantil, desarrollaste una predisposición positiva hacia el emergente anime asiático.
8. Sabes qué es “Ponte al día”
Cómo olvidarse del noticiero de los pioneros todos los domingos si tenías que esperar a que se terminara para ver la programación infantil. Las noticias más recurrentes eran las relacionadas con acampadas pioneriles y actos de apoyo a la “Revolución”.
9. Te acuerdas de que todo lo que necesitabas para ser cool era un tamagochi, una walkman y popis con lucecitas
Cómo pataleaste para que te compraran alguno de estos artículos, y tú que no entendías por qué en Cuba no los vendían. Sólo sabías cómo lucían por películas, pero de vez en cuando algún niño de la escuela (hijo de algún “pincho”) los exhibía como antorcha olímpica.
10. Aprendiste que a veces, solo a veces, la solución es darle duro al televisor
En los noventa eras afortunado si no tenías un tv Caribe o si en sala de tu casa había un moderno LG a colores. Cuando la imagen se iba o fallaba el sonido nada lo volvía a la vida como un buen piñazo de tu madre a un costado.
11. Te licenciaste en dormir con calor cuando se iba la luz constantemente
Casi de forma diaria se iba la corriente en todo el país, a veces a la entrada de tu edificio colocaban los horarios avisando el apagón y tu mamá te obligaba a comer y a bañarte antes del fatídico momento. Cuando oscurecía temprano jugabas con tus amigos del barrio a las sombras chinescas con luces de los autos o linternas viejas.
12. Te fastidia la frase “pollo por pescado”
Cada vez que ibas a la carnicería veías el mismo cartel. Pero entonces, ¿cuándo llegará el pescado de una vez? Tus padres debían conseguir los “contactos”, además de la carne de res, de pescadores y vendedores fortuitos.
13. Tu primer acercamiento al amor fue con Lala y Nacho Capitán en Tierra Brava
La telenovela cubana más famosa de todos los tiempos y que a veces no te dejaban ver porque era muy tarde, pero luego llegó tu momento y tuviste la oportunidad cuando la retransmitieron años más tarde, luego de nuevo, y de nuevo… y de nuevo.
14. En el fondo, te duele no haber conocido nunca el patrocinio de la era soviética
Durante tu infancia, absolutamente todos los adultos que te rodeaban se referían con nostalgia a la extensa gama de beneficios y ventajas que la URSS propiciaba hasta su declive en 1991. La carne rusa, los autos regalados, los viajes de intercambio a países socialistas y otros tantos favores del gigante euroasiático representaban para ti la era de oro y prosperidad que se acabó cuando llegaste al mundo.
Foto: Ariel Arias, CC, tomada de El diario
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