Si quieres ver a un cubano feliz elógiale su sazón o invítalo a comer un buen cerdo asado. En la isla tenemos hábitos y gustos muy particulares que, junto a un sinnúmero de rasgos identitarios, también componen el amplio y variopinto abanico de nuestra cubanía.
Si se te presentan al menos 10 de las siguientes señales, nadie te podrá negar que entrenaste tu paladar en la mayor de las Antillas.
1. Cocinas “a ojo”
Tal pareciera que llevas en la sangre la sazón de tu abuelita, no te hace falta medir absolutamente nada, desde la infancia aprendiste que el verdadero sabor del arte culinario cubano se esconde en los tincitos, los chorritos, los puñaos.
2. Tu desayuno es o contiene siempre café (y leche)
La tradición cafetera en la isla es uno de los rasgos más prominentes que definen la identidad y el paladar de los cubanos. Nada anima más el amanecer en la isla que el aroma de una rica tacita de café, sumado al ritual del “buchito” mañanero.
3. No hay mejor merienda que un sándwich cubano con jamón Vicky y lechón
Estar en cualquier lugar y escuchas el rugir de tus tripas. ¿A qué lo primero que te viene a la mente no es un buen sándwich o un pan con lechón, con su mojito y todo? Confiésalo.
4. ¿Almuerzo de domingo sin potaje? Eso no existe
Estamos hablando de una de las prioridades existenciales más importantes para el cubano. Ya sea de chícharos, frijoles colorados o negros, mantequilla, lentejas o garbanzos, es imperdonable para los de la isla saltarse un almuerzo dominical sin ningún tipo de potajito aderezado con chorizos, gordos y huesos de puerco, calabaza y maíz.
5. No hay fiesta sin chicharrones
Como no la hay sin música bailable y sin abundante comida, ninguna fiesta, jolgorio, guateque o motivito en la isla se hace sin freír unos buenos chicharrones. Estos sirve lo mismo para picar que para aderezar las papas o yucas asadas.
6. Hablando de chicharrones, los prefieres por encima de las rositas de maíz para una tarde de películas
En la isla no se propagó mucho el hábito de comer palomitas de maíz, a no ser que vayamos al cine. Pero dentro de nuestros hogares, preferimos preparar unos ricos chicharrones para acompañar la película, un plus de ello resulta en el delicioso aroma con el que impregnan la casa.
7. Nunca fuiste (y probablemente nunca serás) vegetariano
En Cuba hay una tradición muy arraigada de comer carne, sobre todo de cerdo. De la misma forma, la infraestructura del país y también un poco el agresivo clima, no acompañan como debería al cultivo, la comercialización y la variedad de muchos vegetales.
8. Comer solo no es una opción
El cubano es un ser familiar, si viviste en la isla no te faltó la típica comida cubana con toda la familia, los parientes del campo y hasta los vecinos.
9. Pensar en un cerdito asado, con su sombrerito y su tabaco, te hace feliz
En Cuba a los cerdos asados no se les coloca la típica manzana, sino, más sugestivo y autóctono, se les coloca un tabaco, y sobre la cabeza un pequeño sombrerito de guano, réplica de los que usan los guajiros en los campos de la isla.
10. Te mueres diciendo que la yuca con mojo de tu abuela es la mejor
El arroz amarillo, la carne con papas e incluso el simple huevo frito, el cubano irá hasta el fin del mundo orgulloso de la sazón de su abuela o su madre.
11. Nunca te creaste la costumbre de cocinar con aceite de oliva
Los precios del aceite de oliva en Cuba se pasean por los cielos y en ocasiones hasta el de la mantequilla, por tanto no nos queda otra que zamparle el aceite de girasol o soya a todo.
12. Nada te hace más feliz en un cumpleaños que ver la croqueta, la ensalada fría y el merengue del cake todo mezclado
Te encuentras en un cumpleaños infantil o en la actividad laboral de fin de año, abres la típica cajita de cartón con la ración de dulces y comida que te toca, de repente te percatas de que se ha mezclado todo y ¡Aleluya! Amasijo idílico y perfecto de sabores bien cubanos en poquísimos centímetros cúbicos.
13. No hay mejor aperitivo para un día en la playa que un tamal en hoja
En casi todas las playas cubanas sobran los vendedores ambulantes de tamal, así que se ha hecho costumbre añadirlo como merienda o aperitivo entre cervezas bien frías.
14. Sabes que nada te reanima más el día que un buen café Cubita
Ya sea Cubita (el más emblemático en la isla), Serrano, Regil o Turquino, el fuerte sabor y el delicioso aroma del café cubano tienen el número uno si de espabilarnos se trata.
15. Nunca te acostumbraste a comer con vino
Por la misma razón que no cocinamos con aceite de oliva, el vino puede llegar a ser muy costoso en relación con los salarios de la isla, por lo cual lo hemos sustituido poco a poco por refresco de cola o jugos de frutas tropicales.
16. Es una bendición cuando la hora de comer y de ver la novela se unen
Los cubanos no sólo tenemos la costumbre sino que nos agrada muchísimo comer con el plato en la mano frente al televisor, si a ello le sumamos que coincide con el horario de la novela (pasión común de los habitantes de Cuba), la noche se vuelve perfecta.
17. Te apareces a comer en casa de tus padres o abuelos sin avisar
La isla siempre ha tenido sus problemitas infraestructurales con la comunicación interpersonal a través de teléfonos, correos digitales, etc. Hoy, muchas familias carecen de estas facilidades por lo cual no representa una falta de cortesía para ningún cubano presentarse a “pegar la gorra” de imprevisto.
18. A veces, un flancito de leche condensada es lo único que te hace feliz
¿Qué más se puede pedir después de una deliciosa cena en familia salvo un flan de leche seguido de un cafecito?
¿Sabes de otras señales que te hayan delatado?
Imagen tomada de: Pinterest
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