Un puro reto para poner a prueba la voluntad y la resistencia, mucha historia que contar e impresionantes vistas, eso tienen las cuatro conocidas escaleras cubanas más concurridas de Cuba, situadas en extremos diferentes de la isla y por las que suben miles de turistas y cubanos cada año.
De oriente a occidente, empezamos por las ubicadas en la provincia de Santiago de Cuba. La primera está dentro de la ciudad homónima.
Calle-escalinata de Padre Pico
Es una de las más conocidas y populares, todo un símbolo de la ciudad, perteneciente al barrio El Tivolí. Se trata de una de las varias calles escalonadas que alivian el casi perenne ascender y descender que exige cualquier caminata por las calles de esta hermosa urbe, profusa en cuestas empinadas.
Se localiza en la otrora loma de Corvacho, que era el apellido de un bodeguero cuyo negocio se situaba en una esquina (de Santa Lucía y la antigua calle del hospital) y culmina en la arteria denominada San Francisco donde se erigen la iglesia de igual nombre y un busto en honor al Padre Pico: el Doctor Bernardo Antonio del Pico y Redín quien fungió como Deán de la Catedral de Santiago de Cuba. Hombre de vida intachable que amaba a los feligreses y al pueblo santiaguero en general.
Antes de ser la Escalinata de Padre Pico, cuando no tenía tampoco escalones, tuvo diferentes nombres, Cuesta de Amoedo, Loma de boca hueca y calle de los leganitos. Se construyó tal como se le ve hoy en 1899 y se inauguró oficialmente en 1903, fue auspiciada por Emilio Bacardí Moreau, alcalde de la urbe y quien no aceptó que llevara su nombre y determinó que asumiera el del Padre Pico.
Desde ella se divisa una hermosa vista de la ciudad y es frecuentada diariamente por muchas personas de todas las latitudes. Tiene 52 escalones, organizados en trece bloques compuestos de cuatro peldaños cada uno y cuenta con doce descansos. Justo donde se intercepta con la calle Santa Rita se veló el cadáver de Carlos Manuel de Céspedes, El Padre de la Patria, iniciador de las guerras de independencia contra la metrópoli española en 1868.
La Gran Piedra
La segunda escalinata santiaguera tiene muchos más escalones, 454, también con descansos y termina a los pies nada menos que del enorme bloque de roca de 51 metros de largo por 30 de ancho y un peso de alrededor de 63 mil toneladas que corona el punto más alto de la Sierra de La Gran Piedra. Está ubicado a 1226 metros sobre el nivel del mar e integra el Parque Baconao, declarado Reserva Mundial de la Biosfera por la UNESCO.
El ascenso es todo un reto pues al estar situado a tanta altura la respiración se hace más difícil, pero se pueden recuperar fuerzas en los distintos descansos y disfrutar de vistas absolutamente idílicas, observar sorprendentes helechos arborescentes, existen 222 variedades, el 22% endémicas locales, orquídeas, insectos de gran belleza como la mariposa de alas transparentes Greta Cuba y con suerte aves como la cartacuba, el tocororo, el zorzal, entre otras.
La piedra aparece en el libro Guinness de los Records como la roca de su tamaño a mayor altura en el planeta y es un increíble mirador natural desde el cual puede apreciarse toda la región, incluida la bahía de Guantánamo. Las escaleras comienzan en el motel Gran Piedra. El lugar es visitado por numerosos turistas, sobre todo amantes del turismo de naturaleza y el senderismo, quienes no pierden la oportunidad de lanzarse a la aventura de subir la imponente y seductora escalinata.
La Loma de la Cruz
Nuestras terceras escaleras nos trasladan a la bella ciudad de Holguín, que consta de 458 escalones. También se construyeron descansos intermedios y bancos para descansar y poder asumir hasta el final la fuerte subida cuyo premio es una hermosísima vista de La Ciudad de los parques, como también se denomina a la urbe.
Todos los años en este territorio se celebran Las Romerías de Mayo, una celebración donde reina el entusiasmo y confluye lo más significativo de la cultura joven nacional e internacional. Todo el pueblo de Holguín se une en un desfile que comienza en la parte moderna de la ciudad y la atraviesa hasta llegar al Casco Histórico, y luego la multitud asciende por la escalinata a la Loma de la Cruz, donde culmina la festividad con un concierto de varios importantes trovadores.
Las Romerías y la Loma de la Cruz están estrechamente vinculadas. Están ligadas a la costumbre española de ubicar una cruz en los puntos más altos, para proteger a las poblaciones de las catástrofes naturales, maleficios y epidemias. La de Holguín fue colocada el 3 de mayo de 1790 por el fraile franciscano Antonio Joseph Alegre, el padre Alegría, y desde entonces los ciudadanos iniciaron su ascenso al lugar para formular sus peticiones y que se les concedieran milagros.
Precisamente para engrandecer las romerías se construyó la escalinata que demoró veintitrés años en concluirse y que fue inaugurada 3 de mayo de 1950 junto a la plazoleta en forma de balcón, el oratorio y la última cruz sobre el pedestal que asemeja un altar, la rotonda y el fuerte.
Escalinata de la Universidad de La Habana
Y nuestra cuarta y última escalinata y no por ello menos importante, es la de la Universidad de La Habana la primera fundada en Cuba y una de las primeras del continente americano. Estas monumentales escaleras fueron inauguradas junto a otras varias obras públicas en enero 1928 por el entonces presidente Antonio Machado, con motivo de la VI Conferencia Panamericana a la que asistirían las máximas figuras de varios países de América, entre ellas el presidente estadounidense Calvin Coolidge.
La Universidad de La Habana se trasladó al lugar en el cual se le admira hoy, antes denominado Colina de Aróstegui o Loma de la Pirotecnia, en 1902, momento en que se convirtió en universidad nacional. Antes de esto se llamaba Real y Pontificia Universidad de San Gerónimo de La Habana, porque tuvo que ser autorizada por el Rey Felipe V de España y el Papa Inocencio XIII y radicaba en el convento de San Juan de Letrán, en La Habana Vieja, actual Centro Histórico de la urbe, (en la manzana que conforman las calles de O´Reilly Mercaderes, Obispo y San Ignacio).
En esta escalinata pronunció sus discursos líder de los estudiantes y presidente de la Federación Estudiantil Universitaria José Antonio Echeverría y por ella también descendieron los jóvenes de la generación del centenario en la histórica Marcha de las antorchas. Han visto también celebrarse importantes conciertes y han recibido y despedido a todas las generaciones de graduados universitarios cuya calidad profesional es testigo de la grandeza de esta alta casa de estudios cubana.
Comentarios
Archivado en: