Uno de uno de los lugares más bellos y famosos de Cuba, el Valle de Viñales, está siendo explotado sin control, lo que supone una amenaza a la integridad de la arquitectura, el paisaje y la cultura de la región.
La situación ha obligado a las autoridades del territorio a tomar medidas para la protección de los valores paisajísticos, las tradiciones culturales, la agricultura y la artesanía que le valieron ser declarado en 1978 Monumento Nacional, Área Protegida en 1998, Paisaje Cultural de la Humanidad de la UNESCO en 1999 y Parque Nacional desde 2001.
Todas sus riquezas, entre las que sobresale su naturaleza, han provocado que el número de visitantes extranjeros en 2016 y 2017 se haya incrementado a cifras que oscilan entre 700.000 y 600.000, de acuerdo con datos reportado por el Ministerio de Turismo.
Este aumento ha provocado que surjan cada vez más casas de alquiler (hoy son 2.300 habitaciones) para acoger a los turistas y se incrementen los servicios (130 restaurantes) y el personal que los oferta (5.000 trabajadores por cuenta propia), para poder satisfacer la demanda, según informó a EFE el Presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular.
Tal es la demanda que incluso otras localidades han comenzado a ofertar habitaciones. No obstante, lo que preocupa al gobierno local no es tanto el aumento del turismo como las acciones "ilegales" asociadas a los servicios brindados al turista.
Las principales amenazas para la integridad del Valle de Viñales son:
1. Las campañas e informaciones que incitan a visitar Viñales han provocado que la cantidad de turistas se incremente exponencialmente, sin que esté creada la infraestructura para recibirlos y esto provocó una expansión “precipitada” para satisfacer la demanda de los servicios, que se produjo sin un control adecuado y saludable para la localidad.
2. Personas de otras regiones, que desconocen las normas urbanísticas del poblado, han comenzado a crear servicios gastronómicos y de alojamiento para el turismo, sin un adecuado y saludable control; indican funcionarios de la localidad.
3. El incremento de las construcciones que violan el ordenamiento urbano. Han agredido este emblemático paraje con viviendas de altura y dimensiones mayores que las permitidas en las normas de arquitectura del pueblo; áreas de jardinería fueron destruidas por la pavimentación en ellas de patios, las remodelaciones realizadas no respetan las formas y los materiales adecuados.
4. Se destruyeron muchos parterres. Para pintar las edificaciones se usaron colores distintos a los aprobados para el poblado, se han utilizado luminarias diferentes a las que lo identifican.
5. Los senderos turísticos se explotaron de forma indiscriminada, los destinados a caminata han sido empleados para cabalgatas.
Para contrarrestar la desfavorable situación que afecta a este sitio patrimonial de la humanidad, el gobierno y las autoridades territoriales han orientado rescatar los citados parterres, utilizar la gama de colores aprobada, reforestar las calles más importantes del poblado, garantizar que se empleen pinturas homogéneas de las edificaciones y realizar la actividad de alquiler de caballos.
También se efectuará, por parte del Instituto de Planificación Física y el Consejo Nacional de Patrimonio, un levantamiento minucioso de todas las violaciones, para poder dictar las medidas pertinentes que eviten la ocurrencia de estas anomalías en el futuro.
"Viñales tiene que permanecer con los valores identitarios que le han dado esa importancia a nivel universal, sobre todo, en lo referente al cuidado del paisaje", sentenció el presidente de la Comisión Provincial de Monumentos, Juan Carlos Rodríguez.
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