
La piel es nuestra primera carta de presentación. Una piel sana y saludable habla incluso de tu estado emocional, de tus niveles de estrés, ansiedad, alegrías o satisfacciones.
Y, como bien sabemos, los años no perdonan. Por tanto la piel hay que tratarla, dedicarle tiempo y cuidados. Quizás no ahora, pero en algún momento lo vas a agradecer.
El sol, por ejemplo, es uno de los factores que más daño le hacen a nuestra piel, principalmente la de rostro y cuello. Por tanto, hay que tratar de proteger al máximo esas partes del cuerpo.
Para que nutras tu piel con productos naturales y fáciles de conseguir, sigue estos pasos:
1- Pon en un recipiente una cucharada de café, una de azúcar prieta, unas gotas de aceite y una cucharada de miel.
2- Mezclalos hasta que veas aparecer una masa homogénea.
3- Aplícala en cuello y rostro con la yema de los dedos, dando unos leves masajes de manera circular.
4- Deja actuar por unos 5 minutos.
5- Enjuaga con agua tibia.
6- Finalmente, deja secar al aire.
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