Si no lo sabías, gente más cálida que la de Cuba no encontrarás en otro lugar del planeta. Los nacidos en esta Isla son hospitalarios, cariñosos y también generosos. Rasgos que, como latinos, heredaron de sus ancestros españoles, pero que además enriquecieron con ingredientes culturales de inmigrantes que hicieron vida en la Isla, y pusieron a cocer bajo el sol del trópico en la caldera de la nacionalidad cubana.
No obstante, si bien son los mejores amigos, también suelen ser los mejores enemigos, así que mejor echarle un vistazo a estas siete cositas que irritan enormemente al cubano, quizá te salve en alguna ocasión.
1. Celébrale un equipo de béisbol que no sea el suyo
El tema del béisbol en Cuba genera encarnizados debates que no siempre han terminado de la mejor manera. Similar a lo que sucede en otros países con el fútbol, la pelota es un tema de extrema precaución a la hora de hacer un comentario. Aunque el deporte nacional atraviesa la más aguda crisis de su historia, hay aficionados que no permiten bajo ningún concepto que se elogie a su equipo contrario.
Sé cauteloso al celebrar jugadores de Santiago de Cuba ante un industrialista, y en Villa Clara no se te ocurra mencionar el nombre de Víctor Mesa, por solo ponerte ejemplos.
2. Échale a ver en su cara la belleza de su pareja
¿Educados e instruidos? Sí, lo somos. Pero machistas y celosos también. Si bien el cubano o la cubana te sonreirán cuando le celebres a su pareja, puedes tener la absoluta certeza de que te ha marcado para siempre como un potencial enemigo. Y es que amantes más posesivos no te podrás encontrar.
3. Abre su refrigerador
Si bien somos generosos y damos hasta lo que no tenemos, el tema de la alimentación sigue siendo la principal preocupación de la familia cubana. De tal suerte jamás se te ocurra abrir la nevera de una familia cubana, pues podrías irritarlo de una manera desconocida antes por ti.
4. Anúnciale un apagón
Entre nosotros existe una suerte de trauma con el tema de los cortes eléctricos. Tantos fueron esos apagones durante el llamado Período Especial en la década de los 90 del siglo pasado, que la peor broma que puedes hacerle a un cubano es anunciarle que habrá apagón esta noche.
No provoques que maldiga todo el santoral católico y yoruba a la vez, o que de su boca salgan los más airados reclamos a la dirigencia política.
5. Dale a entender que sabes más que él sobre un tema
Nos creemos el ombligo del mundo y los mejores en todo. Ciertamente somos un pueblo de universitarios y las duras circunstancias que hemos debido atravesar nos han desarrollado la capacidad inventiva. Pero si a eso le sumas nuestro alarde genético, no debieras decirle por las claras a un cubano que no sabe de alguna materia, ni tampoco insinuarlo. “Nosotros estamos facultados para hablar de todo".
6. Dile que bailas mejor que él
No importa que esté operado de ambas rodillas o que lo aparente con su baile de King Kong. Un cubano siempre cree que puede darte clases de baile a ti, aunque seas dominicano, puertorriqueño o brasileño. No le provoques la ira.
7. Dile que las playas cubanas no son las mejores
Si quieres enfurecer a un cubano con nada, solo dile que sus playas no son las mejores del mundo. Coméntale que las de Cancún, las de Brasil o la Cerdeña son mejores que la de Varadero o las de los Cayos cubanos (gran mentira, por supuesto).
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