Todos de niños jugamos al "De grande quiero ser...". Y entonces se hacía una lista interminable de profesiones con las que casi todos soñamos en la infancia. No obstante, con el paso de los años y el acercamiento a la realidad, nos dimos cuenta de que lo que queríamos ser no es lo que necesariamente nos iba a dar de comer y sostener a nuestra familia.
Entonces tuvimos que dejar esos sueños a un lado. Cuba es un país en el que se han ninguneado las profesiones que se pagarían con los mejores salarios en otros países del mundo. La gente ha elegido ser, muchas veces, lo que nunca soñó.
Éstas son algunas de las profesiones con las que seguro fantaseabas de niño. Algunos siguieron su sueño, otros tuvieron que dejarlo atrás.
1- Maestro
Alguna vez, en los juegos de la infancia, seguramente dijiste que serías maestro. Si bien es cierto que hay pocas profesiones tan útiles como la de un docente, que es quien forja y da el impulso a la sociedad, en Cuba es una profesión muy devaluada.
2- Médico
No es menos cierto que en Cuba se forman, cada año, cientos y cientos de médicos. Y de niños siempre jugábamos al doctor y el enfermo. Lamentablemente, por la desconsideración que se le tiene a un sector como la Salud, y los bajos salarios de sus profesionales, muchos han tenido que redirigir sus aspiraciones en el sector.
3- Físico
Aquellos que creían que tenían las potencialidades, soñaban con profesiones extrañas como la de físico. Ser un físico se convertía, entre los demás niños, en algo que llamaba la atención, casi imposible de alcanzar. Solo para genios. Pues aunque la carrera existe en las universidades cubanas, sucede como con las demás profesiones: no se valora como debería y los físicos cobran el salario de cualquier trabajador corriente. Además de los equipos... ¿con qué instrumentos de última generación harían aportes al campo de la Física?
4- Cosmonauta
Mientras más extraña e inalcanzable era la profesión, más soñábamos con ella. El único cubano que ha podido ir a la Luna es Arnaldo Tamayo, ¿de qué nos hubiese servido ser cosmonauta?
5- Aeromoza
Como siempre, a los cubanos -desde niños- nos ha atraído la idea de viajar, de salir de la Isla. El sueño, principalmente de las niñas, era ser aeromoza. Ser azafata de vuelo significaba ser elegante, estar en París y luego en Cancún. En Cuba te decían que necesariamente había que se alta, linda, saber caminar en tacones.
Al crecer nos dimos cuenta de que ser aeromoza en Cuba, es lo mismo que ser cosmonauta, médico, maestro o físico. La degradación de las profesiones ha llegado a tal punto, que la gente ha preferido ser vendedor de ropa y mesero antes que todo lo demás.
Nuestros sueños profesionales en un país donde casi todo apunta a mal, se desvanecen en el aire y quedan, irremediablemente, en los sueños de la infancia.
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