Todo el que nació después del 28 de septiembre de 1960, vino al mundo con los CDR. Los Comités de Defensa de la Revolución fueron una de las tantas iniciativas de Fidel Castro para fomentar la vigilancia colectiva, y según él, evitar la injerencia externa.
Hoy, los CDR son una especie de fantasma en cada barrio. Están pero no están. Las reuniones pocos las toman de manera seria y la gente -algunas- sigue yendo a las que convocan casi siempre a:
1- "Matar" el aburrimiento
2- Fijarnos en quién es el chivato de la cuadra
3-Tomarnos la caldosa en alguna actividad
4- Quejarnos por lo mal hecho, para que al final nada cambie
5- Bailar cada 28 de septiembre
6- Cumplir, para que después no digan…
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