APP GRATIS

6 cosas para disfrutar Cuba que un cubano de a pie jamás hace

Existen un sinnúmero de actividades y prácticas que dentro de la mayor de las Antillas se limitan y se han moldeado histórica y exclusivamente para satisfacer el placer foráneo de disfrutar al máximo el paisaje y el clima de Cuba. 


Este artículo es de hace 7 años

Existen un sinnúmero de actividades y prácticas que dentro de la mayor de las Antillas se limitan y se han moldeado histórica y exclusivamente para satisfacer el placer foráneo de disfrutar al máximo el paisaje y el clima de Cuba.

Ello no sería un tema peliagudo si en contraste se facilitaran las vías tangibles e intangibles para que los nacionales, dueños por derecho de la tierra que los vió nacer, también tuvieran la mínima posibilidad (en caso de que quisieran) de regocijarse en los mismo lugares, en las mismas prácticas.

1. Montar en almendrón descapotable

Almendrón descapotable. Foto CiberCuba

Mientras los turistas se pasean el Chevys de colores chillones por todo el Malecón, para los cubanos el almendrón se limita, a lo sumo, a sofocar un día de transporte pésimo, donde la tardanza de las guaguas (autobuses) y el calor insufrible te obligan a estrujar el bolsillo y destinar entre 10 ó 20 pesos en llegar en una sola pieza a tu hogar. A ambos almendrones no solo los diferencia la tarifa de viaje (el destinado al turismo cobra hasta 35 CUC la hora, más del total del salario mensual en Cuba) sino también el estado de carroza de cuentos de hadas de uno y el aspecto de monstruo oxidado del otro.

2. Comprar un pullover con la bandera cubana

Souvenires cubanos. Foto CiberCuba

Por alguna razón, en Cuba no se ha afincado ese nacionalismo extremo exhibidor de banderas por doquier, como es el caso de los argentinos, brasileños o estadounidenses. Asumimos que quizá esta práctica venga ligada a la participación de cada país en eventos deportivos que gozan de muy alta popularidad como el fútbol, deporte en el que la isla no se ha proyectado muy bien. De igual forma, el uso de la simbología patria fue adjudicado en todo momento al sistema de gobierno que irrumpió en 1959, por lo que resulta para muchos difícil deslindar la connotación política en la bandera cubana. A ello se suma que el costo de mercancía con marca “Cuba” se eleva a niveles exorbitantes.

3. Comprar un cuadro en la feria

Artesanis en La Habana. Foto Conexión cubana

La mayoría de los lienzos que comercializan en las ferias de artesanos del país no son solamente en extremo caros, sino que también son réplicas casi exactas y a veces hasta burdas imitaciones de obras conocidas pertenecientes a pintores cubanos de renombre. Cualquiera con una cultura mínima básica de arte cubano no gasta tres pesos en piezas de arte de imitación, sobre todo cuando se encuentran al alcance de todos en sucursales de ventas del Ministerio de Cultura serigrafías y originales a precios razonables.

4. Tomarse una foto frente al Capitolio

El Capitolio. Foto Yoel Almaguer

A no ser que venga de provincia por un tiempo limitado, casi ningún cubano se toma la típica foto en sepia con el Capitolio de fondo, es un cliché exclusivo de los visitantes foráneos que se ha añadido a la larga lista de prácticas limosneras kitsch patrocinadas por la Oficina del Historiador de La Habana Vieja para sacarle el máximo jugo a todo turista. Este peculiar suvenir, llevado a cabo con una vieja cámara de antaño puede llegar a costar hasta 1 CUC o 24 pesos cubanos.

5. Hospedarse en un hotel de la ciudad

Hotel Melía Cohíba. Foto CiberCuba

No fue hasta el año 2008 que el gobierno de la isla permitió que los hoteles brindaran servicios de alojamiento a los cubanos residentes, antes de esa fecha una práctica tan placentera y común en el mundo como hospedarse en un hotel era ilegal para los nacionales en su propio patio. Ello, junto a las extravagantes tarifas de estas instalaciones y el acoso constante que sufrían los cubanos al acercarse a ellas, propagó una suerte de recato entre la población y creó una cultura de alejamiento e incluso temor a disfrutar de las facilidades que estos recintos brindan.

6. Frecuentar El Floridita y La Bodeguita Del Medio

La Bodeguita del Medio. Foto Dan Lundberg

Como justificación recurrente, reaparece el problema de los altos precios por servicios estereotipados de gastronomía y coctelería cubana que solo son asequibles por los extranjeros. A ningún cubano, francamente, le agrada gastar 6 CUC (144 pesos) en un daiquirí, un trago compuesto básicamente por limonada y ron.

Imagen tomada de: http://www.desdelahabana.net

¿Qué opinas?

COMENTAR

Archivado en:

Últimas noticias:

Últimos vídeos:


¿Tienes algo que reportar?
Escribe a CiberCuba:

editores@cibercuba.com

 +1 786 3965 689