APP GRATIS

Con Celia, la música cubana tuvo su reina

Celia grabó una centena de discos, donde se incluyeron temas inmortales como: “Bemba Colorá”, y otros.  Recibió dos Doctorados Honoris Causa; en la Universidad de Yale, en 1989, y en la Universidad Internacional de la Florida, en 1992.


Este artículo es de hace 15 años
“Azúcar….” Por la expresión muy repetida de este vocablo tan cubano, naciéndole desde lo más profundo de su ser, se reconocerá eternamente a Celia Cruz, llamada por muchos “la reina universal de la salsa”; una de las personalidades más simbólicas de la música popular cubana.

Nació en la barriada habanera de Santos Suárez el 21 de octubre de 1922, Celia Caridad Cruz Alfonso, hija de un fogonero de ferrocarril y una ama de casa. En su adolescencia acostumbraba a visitar los programas radiales donde se buscaban nuevos talentos musicales, y el que en sus venas traía no aguantó más, saltó al mundo a través del programa “La Corte Suprema del Arte”. Allí conquistó el primer premio con la interpretación del tango “Nostalgia”, el cual le diera otro lauro mucho más importante, el encuentro con el público que la comenzaría a adorar para siempre.

Celia traía ya las influencias de sus ídolos: los Hermanos Contreras; la orquesta de Senón Álvarez; los temas de Joseíto Fernández, creador de la Guantanamera;  pero sobre todo, la atrayente personalidad de una estrella de la década de los años veinte, Paulina Álvarez.

Seguido a aquel exitoso debut en los medios de comunicación, inició sus presentaciones en diferentes centros nocturnos de la capital cubana, incluso en el más famoso de todos, Tropicana; donde no se permitía, hasta entonces, la actuación de figuras de la raza negra.

Una etapa trascendental en su carrera la vivió en la década de los 50, como voz de la orquesta Sonora Matancera; agrupación que se distinguía por la interpretación de los ritmos negros y daba preponderancia a la trompeta. Fue por entonces cuando comenzó a llamársele “la reina de la Rumba”.

Al trasladarse a México junto a su orquesta tras el triunfo revolucionario de 1959, y  aún con la admiración manifiesta hacia esta estrella, Fidel Castro la culpa de desertora. Por lo que en 1961, ya casada con el prestigioso trompetista Pedro Knight se radica en Miami, Estados Unidos. Allí, a la par de su trabajo con la Sonora se vincula profesionalmente con músicos de la talla de Tito Puente, Willy Colón o Johnny Pacheco, lo que la glorifica como “la guarachera de Cuba”.

Así se va convirtiendo Celia Cruz en una de las grandes figuras de la música salsa, con especial brillantez en sus improvisaciones, a la altura de las más reconocidas voces femeninas del jazz.

En lustros sucesivos marca otra pauta en su esplendorosa trayectoria al recorrer el mundo junto a la trascendental orquesta latina Fania All Stars.

Celia grabó una centena de discos, donde se incluyeron temas inmortales como: “Bemba Colorá”, y otros.  Recibió dos Doctorados Honoris Causa; en la Universidad de Yale, en 1989, y en la Universidad Internacional de la Florida, en 1992. ´

A la par de su carrera musical, actuó en varias telenovelas y películas. Está demás decir que disfrutó mucho en vida con su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.

En varias ocasiones, Celia Cruz recibió el premio Grammy Latino al mejor álbum de salsa, el último de los cuales le fue otorgado por el CD “La Negra tiene Tumbao” en 2001, dos años antes de su muerte.

¿Qué opinas?

COMENTAR

Archivado en:

Últimas noticias:

Últimos vídeos:


¿Tienes algo que reportar?
Escribe a CiberCuba:

editores@cibercuba.com

 +1 786 3965 689