
No pretendo hacer un alegato en contra de las webs o artículos sobre turismo. Creo sinceramente en la utilidad que poseen y creo que las buenas suelen presentar una imagen bastante acorde y adaptada a lo que una estancia corta en otro lugar supone. Hecha esta salvedad, hablaré de las recomendaciones y lugares de Cuba que suelen aparecer en estos textos para viajeros. He hecho la salvedad porque lo que sigue no es una crítica de estas guías, sino una lectura desde la perspectiva de los cubanos y lo que son para ellos esos sitios y atractivos de su país.
Es muy probable que muchos lugareños no se sientan identificados, cómodos o cabalmente representados en este tipo de textos, es probable que sientan que en algunos casos edulcoran o magnifican creando ciudades vitrinas que solo habitan los que van de paso y que solo existen y engalanan para ellos. Las estampas que se construyen para los turistas no suelen ser las ciudades. Les falta su pulso, sus latidos, sus muchas sombras, historias por callar, vergüenzas y desaliños.
Pero los nativos, aunque no se sientan identificados con estas estampas, aunque las perciban más máscaras que rostros, no les son máscaras vedadas ni ajenas. Los parisinos probablemente estén hartos de las colas para subir a la Torre Eiffel, los mexicanos preferirían las pirámides menos concurridas, los españoles agradecerían menos curiosos haciéndose la foto de oficio frente a El Guernica.
Todos estos casos tienen el denominador común de que para los habitantes de esos países, aunque sientan esos espacios 'invadidos o conquistados' por los extranjeros no dejan de ser suyos ni de tenerlos a la mano siempre que quieran sobreponerse al tumulto de los visitantes y sus flashes, para disfrutar algo de su propio país. Esa es una gran diferencia respecto a Cuba.
La Cuba de las guías, de los paquetes y las recomendaciones no está solo maquillada, decorada y actuada para los viajeros, sino que es desconocida, ajena e inaccesible para la mayoría de los cubanos. La Cuba de las revistas no es que no sea la Cuba de los cubanos sino que es muchas veces la Cuba de los no cubanos y aunque todos se enorgullezcan de las playas de Varadero, de las bellezas de Viñales y de los atractivos de los hoteles no siempre ello se basa en un contacto y experiencia de primera mano, sino en un orgullo repetido, un sentimiento patrio sublimado y una legitimación de la propia valía a partir de la mirada y valoración del otro.
Tomemos algunos de los atractivos de Cuba que más suelen aparecer en estos textos y veamos, grosso modo, qué leería un cubano o qué sentiría si se le hablasen de:
- Coches viejos (almendrones)
Para los cubanos no son joyas de la automoción que convierten a la Habana en un museo rodante, son en algunas ocasiones los taxis poco cómodos que muchos no pueden pagarse. Los bajos salarios que reciben hacen que muchos cubanos no usen los taxis como medio de transporte frecuente. Las rutas no siempre conectan fácilmente el origen con el destino, por lo que se requiere servirse de más de uno y eso para personas, cuyos únicos o primordiales ingresos son sus salarios pagados en pesos cubanos por el estado, es prohibitivo. No hablemos ya del casi nimio detalle de que quienes tienen la fortuna de viajar junto al conductor lo hacen con cierta comodidad, pero los que van en los asientos traseros viajan casi unos encima de otros.
- Lugares para bailar salsa
Hay una notable diferenciación entre los sitios cuyas entrada se cobra en CUC y aquellos que se pagan en pesos cubanos. Ni los grupos musicales, ni la variedad, ni las bebidas que se venden son las mismas. Como es -tristemente- esperable, las palmas a la peor calidad se la llevan los sitios de mayor afluencia de público cubano que solo puede pagar en pesos. Para muchos cubanos ir, entonces, a una discoteca en CUC o a club nocturno es algo que en el mejor de los casos es una salida esporádica reservada para una ocasión especial.
- Varadero
Duele que el sitio por excelencia de turismo en Cuba, el único que no falta en ninguna guía ni recomendación, la foto obligada con la que se identifica Cuba no sea el sitio también de veraneo de los cubanos todos. Parecerá cliché o demagogia barata pero muchos cubanos no han ido nunca a Varadero, no solo porque en la ciudad la vida gira y se mide en 'moneda dura', sino porque llegar a ella es ya una empresa titánica para todos los que no dispongan de vehículos propios u holgura económica.
- Deportes acuáticos y buceo
Si se cogiese micrófono en mano y se le preguntase a los cubanos que pasean por sus calles, cuáles son los mejores lugares para deportes acuáticos y buceo en Cuba, la mayoría no sabría qué responder. Esto es sorprendente, además, si se tiene en cuenta que Cuba es una isla con un clima más que propicio para la práctica de deportes y disfrute del mar. Pero es una realidad que estos sitios de ensueño, a los que corresponden preciosas fotos del mundo submarino cubano, con sus barreras coralinas, no están al alcance de los cubanos ni forman parte de sus opciones de ocio.
- Comida tradicional-paladares
Hay extranjeros que conocen mucho más los lugares de moda, los de mejor calidad y de más variada oferta gastronómica que los propios cubanos. Las listas de los cinco mejores restaurantes, los de más afluencia no han sido confeccionados por ni para los cubanos. Esto llega a tal punto que un cubano puede encontrarse con extranjeros, que habiendo visitado la Isla le hablan de restaurantes de primera que él no solo no has visitado sino que ni tan siquiera conoce.
- La Habana Vieja
La belleza de lo destruido, la contemplación de la decorosa manera en que La Habana Vieja soporta el paso del tiempo, es algo que difícilmente percibirá quien día tras día construye su vida por esos espacios y sus ruinosas edificaciones. El amor y el sentido de pertenencia de sus habitantes, no tienen nada que ver con las sensaciones que provoca el día a día. La Habana Vieja es mucho más que las edificaciones coloniales en buen estado y restauradas, es mucho más que la Plaza Vieja, La Plaza de la Catedral, el Templete, el Capitolio, es también y fundamentalmente, las calles destruidas, los sistemas de alcantarillados en mal estado, los solares de vecindad superpoblado. Sus imágenes son menos vistosas pero son la ciudad.
- Habanos
Dejemos de lado el tema de si el consumo de tabaco debe promocionarse o no. Dejemos de lado lo que la producción y consumo implica para la economía cubana y lo que genera en términos de ofertas de empleo a los lugareños y ganancias para el país. Dejemos de lado también, porque es algo que no puede tratarse a la ligera, el mercado negro de venta de puros de primeras marcas que discurre paralalelo a los sitios de distribución oficial. Pensemos simplemente en cuán accesible son estos productos tan promocionados y con tanta fama mundial, ¿los cubanos con hábitos de fumar consumen Cohibas, Romeo y Julieta o los tabacos vegueros secos, mal liados de la bodega y cigarros sin filtro?
La lista podría hacerse un poco más extensa, podrían incluirse otras zonas de la geografía cubana consideradas joyas y gancho para el turismo y en todas podríamos preguntarnos ¿disfrutan los cubanos de estas bondades de su isla, construyen sus recuerdos y vivencias en ellas? ¿es la imagen de Cuba en las guías la Cuba de los cubanos?
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