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El 1 de Mayo en Cuba: ¿día de los trabajadores?

Es significativo que en Cuba no se habla de la manifestación del primero de mayo, sino del desfile del primero de mayo


Este artículo es de hace 8 años

Día Internacional de los trabajadores, sinónimo de reivindicaciones. Sus propios orígenes marcaron el signo de esta celebración de los trabajadores del mundo. Con motivo del Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, celebrada en París en 1889, se acordó escoger la fecha del 1 de mayo como día de los trabajadores, en homenaje a los Mártires de Chicago, sindicalistas condenados a muerte por los sucesos de Haymarket Square de 1886.

Los hechos habían tenido lugar tres años antes en Chicago: el 1 de mayo de 1886 obreros y sindicalistas comenzaron a manifestarse, hacer huelgas y paros en reclamo de mejores condiciones de trabajo y su derecho a una jornada laboral de ocho horas. Según cuentan las fuentes el día 4 alguien, nunca identificado, lanzó una bomba a los policías que hacían frente a la protesta, lo que provocó la detención y enjuiciamiento de ocho de los manifestantes: cinco fueron condenados a muerte -uno se suicidó antes de que se efectuara la sentencia- y tres recluidos. A partir de ese momento se les conocería como Los Mártires de Chicago y a los sucesos del día 4, la Revuelta de Haymarket.

Aunque la celebración es mayoritaria en el orbe, algunos países, como Estados Unidos y Canadá, por ejemplo, no la reconocen; estos dos últimos, por su parte, celebran el Labor Day el 1 de septiembre.

Cuba, es desde hace décadas uno de los países donde masivamente se asiste a la celebración del 1 de mayo. Enfundados de banderas, consignas y pullovers rojos, cientos de miles de trabajadores, jóvenes y niños marchan por las principales plazas del país. El escenario más importante es la emblemática Plaza de la Revolución, a donde asisten personas de casi toda la geografía cubana, muchos de los cuales hacen viajes de largas horas y no siempre en las condiciones de mayor confort, para hacer su marcha frente a la estatua del Apóstol y de la tribuna con los principales dirigentes del gobierno.

Y cabe preguntarse ¿qué representa para los trabajadores cubanos, para los cubanos todos, el 1 de mayo? Lo primero que es significativo es que en Cuba no se habla de la manifestación del primero de mayo, sino del desfile del primero de mayo. Lo que en otras zonas es una posibilidad señalada en el calendario para protestar, manifestarse, disentir y reclamar mejores condiciones de trabajo, respeto a los derechos de los trabajadores y legislaciones más justas, en Cuba lo es para mostrarse y congratularse. ¿Se asume que los trabajadores cubanos no necesitan protestar porque sus condiciones son óptimas o se acepta que no se puede protestar? Por otra parte, los sindicatos lejos de ser organizaciones independientes, están insertados dentro del control del estado y representan más sus intereses que los de los trabajadores.

Sin dudas, que el 1 de mayo transcurra con armonía y sin hechos violentos ni daños materiales o humanos, es algo positivo de la conmemoración en Cuba pero no debe tomarse como indicio de plenitud o felicidad de los trabajadores y obreros cubanos frente a la insatisfacción de los de otros sitios, sino como una también imposibilidad institucionalizada para protestar o hacer frente. La masividad en la asistencia tampoco debe asumirse como un hecho que muestra unión de la sociedad cubana pues muchos sabemos de las presiones, declaradas o asumidas, que sufren los trabajadores en relación con sus asistencia al desfile. No dejarse ver en la plaza por los compañeros de trabajo o vecinos puede acarrear represalias, pérdida de beneficios y estímulos (teléfono en casa, por ejemplo, vacaciones en algún lugar para los 'ejemplares') o ser etiquetado como reaccionario y hasta 'gusano'.

En Cuba, como en cualquier otra parte, siempre son mejorables las condiciones laborales, los nuevos cambios en las propias sociedades requieren actualizar y movilizar las legislaciones vigentes por lo que, reclamar adecuación y mejoría es esperable y loable. En Cuba, los trabajadores deberían poder contar con verdaderas instituciones que los representase, con vías para protestar y reclamar sus derechos, deberían poder hacer uso de su elección a no asistir a esta celebración sin que con ello se les censure ni evalúe y deberían poder usar este día tanto para celebrar lo obtenido por el camino, como para protestar y reclamar por lo mucho que aún queda por hacer.

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Marlén González

(La Habana, 1978) Lic. en Filología hispánica y Máster en Lexicografía. Ha sido profesora en la Universidad de La Habana e investigadora en la Universidad de Santiago de Compostela.

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Marlén González

(La Habana, 1978) Lic. en Filología hispánica y Máster en Lexicografía. Ha sido profesora en la Universidad de La Habana e investigadora en la Universidad de Santiago de Compostela.