Desde hace muchos años los países de América Latina y el Caribe han vivido despreocupados por una enfermedad que era muy frecuente a principios del siglo XX, la rabia humano trasmitida por perros.
Llegamos a creer que la enfermedad estaba en vías de eliminación pero en el año 2014 algunos países de la región han registrado casos de rabia humana transmitida por perros. Entre ellos se encuentran Bolivia (6 casos), Haití (3 casos), Guatemala (2 casos), Brasil (1 caso) y la República Dominicana (1 caso). También se han reportado algunos casos en áreas que previamente no habían tenido rabia canina como en el norte de Argentina (Jujuy y Salta), en Paraguay (San Lorenzo), en Brasil (estado de Mato Grosso do Sul) y en zonas que habían sido declaradas libres de rabia canina hace más de 10 años como la región de Arequipa en Perú.
Teniendo en cuenta esta situación la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) ha establecido una alerta epidemiológica y ha realizado un conjunto de recomendaciones para los países de la región.
La rabia, que es una enfermedad producida por el virus de la rabia (RABV) de la famila Rhabdoviridae género Lyssavirus, es trasmitida al ser humano por el contacto con la saliva de animales infectados (domésticos o silvestres) entre los más frecuentes están los perros, gatos, murciélagos, mangostas, zorros, zorrillos. También puede contagiarse a través de la piel y membranas mucosas por mordeduras o arañazos de animales contagiados.
La rabia tiene un período de incubación de dos a ocho semanas aunque puede ser bien errático. Las primeras manifestaciones de la rabia son una sensación de angustia, dolor de cabeza, fiebre leve a moderada, malestar y alteraciones sensoriales imprecisas, a menudo relacionadas con el lugar de la mordedura.
Cuando aparecen los síntomas, la enfermedad es casi siempre es fatal. De ahí la importancia de la profilaxis post exposición, tanto con la vacuna como con la inmunoglobulina de acuerdo con la gravedad que el caso requiera.
La mejor prevención de los casos humanos es a través de la vacunación de animales domésticos, principalmente los perros y la oportuna y adecuada profilaxis a personas expuestas al riesgo de la rabia.
La rabia es una enfermedad que es totalmente prevenible y la aparición de casos en humanos está relacionada a la falla de las campañas de vacunación canina, a las funciones de promoción de la salud, vigilancia y control de los sistemas de salud y a la falta de acceso a los servicios de salud. Los casos que se produjeron en el 2014 se concentran en ciudades y zonas de frontera internacional y se relacionan con la pobreza y ambientes desfavorecidos.
Es por ello que se hace un llamado a inmunizar a los perros, de que los sistemas de salud dispongan de la profilaxis post exposición (vacunas pre calificadas por la OMS e inmunoglobulina antirrábicas) para responder a eventuales casos sospechosos; y orienten al profesional de salud en la sospecha y la necesidad de prescripción oportuna de la profilaxis
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