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La fauna sobre ruedas: así se mueven los santiagueros

Cuando se camina por las calles de Santiago de Cuba, y presumo que igual que el resto del país, se ve en todo su esplendor, y me refiero a la cantidad, el que es considerado unos de los mayores museos rodantes del mundo. Así le dicen a los carros antiguos que a fuerza de ingenio, invento, y quien sabe cuántos sinónimos caben aquí, aún surcan las vías, y pocos imaginan el esfuerzo y la voluntad que hay detrás.


Este artículo es de hace 7 años

Circulan por las calles a veces a toda velocidad. Otras, cuidando no soltar las partes por los baches, aminoran la marcha. Algunos sucumben a la moda de adornarse con luces led, pegatinas y cuanto artilugio se encuentre de moda por estos días; otros prefieren mantenerse prístinos, siempre en una búsqueda incansable por las piezas originales. No pocos se convierten en propaganda ambulante, aportan a campañas de bien público, de forma espontánea, y son hasta una declaración de afiliación deportiva.

Foto CiberCuba

Los carros, autos, máquinas, motores, bicicletas, “guaguas”, “guarandingas”, ómnibus, camiones, camionetas, bicitaxis… forman parte del paisaje urbano de las ciudades y también, por qué no, de la idiosincrasia y la tradición. Son un termómetro de la moda y de la cultura popular, y reflejo de status social y económico.

Gurandinga. Foto CiberCuba

Cuando se camina por las calles de Santiago de Cuba, y presumo que igual que el resto del país, se ve en todo su esplendor, y me refiero a la cantidad, el que es considerado unos de los mayores museos rodantes del mundo. Así le dicen a los carros antiguos que a fuerza de ingenio, invento, y quien sabe cuántos sinónimos caben aquí, aún surcan las vías, y pocos imaginan el esfuerzo y la voluntad que hay detrás.

Foto CiberCuba

En Santiago de Cuba, este panorama adquiere matices diferentes. En la popularmente conocida como capital de los motores también desandan por las calles bicicletas, carros modernos, carretones con mango, pocos inventos y sí algunos medios que, promovidos por el gobierno, han causado bastante sensación popular.

No son solución a la tensa situación del transporte en Santiago de Cuba; incluso, tampoco un paliativo, pero sí una nota de color a la fauna en ruedas de la ciudad.

Foto CiberCuba

Hoy por las calles de la “Ciudad Héroe” –o heroína si lo prefiere, pues el significado al final es el mismo–, circulan numerosos medios de transporte que aportan curiosidad y matices a una urbe que apuesta por el turismo de ciudad.

Las llamadas “guarandingas” regresaron, como evocación de un pasado no tan antiguo y que se recuerda con cariño. Ellas conectan dos destinos importantes de la ciudad: el llamado Parque de los Sueños y la Plaza de Marte, y con su tradicional diseño, sin ventanas en los laterales y el fondo, circulan con sus “afestinados” colores. Su valor es en CUP.

El propio nombre de “guarandingas” en Santiago de Cuba constituye todo un misterio, y eso que he preguntado a no pocas personas de varias generaciones. En Venezuela se asocia con algo que produce desagrado, otros dicen que es un medio de transporte con tracción animal, pero nada que ver con lo que sucede en la tierra caliente, pues aquí, años atrás, era una de las mejores maneras de pasear por el Parque Baconao, cuando este sitio mostraba sus mejores galas. Por eso, en Santiago de Cuba, aún decir “guarandinga”, es sinónimo de nostalgia.

Los ómnibus de dos pisos llegaron hace ya un tiempo. Las personas no les importa el calor y el intenso sol, todos quieren estar en la parte de arriba, pues ahí está lo diferente, desde ahí se recorre la ciudad a dos metros de altura.

El recorrido, también en CUP, propone ser un periplo turístico por la urbe, por aquellos sitios que hoy son vitrina: Parque de los Sueños, Plaza de Marte, La Alameda, y otros, aunque la realidad es que los pobladores lo han convertido en un medio de transporte más, un poco más caro… pero igual no deja de ser atractivo.

Ahora, con un singular claxon que anuncia su paso, Garzón arriba y Garzón abajo, un “trencito” desanda por las calles. A este le caben menos personas aún, pero es más divertido que los demás, así lo aseguran muchos niños que, con la fantasía animada de Thomas y sus amigos como referentes cercanos, se sienten que viajan en gigantes metálicos. Este, como los demás, es en CUP.

Foto CiberCuba

Así se mueve Santiago de Cuba en sus calles, una mezcla entre medios de transporte estatales y privados. Un coctel con “piza y corre”, o su versión abreviada “pizicorre”, que velozmente conectan la ciudad con el Centro Urbano José Martí y El Caney, famosa localidad por el dulzor de sus mangos, los motores que por 10 pesos, o más según las distancias, ofrecen un servicio personalizado, y las ya legendarias camionetas, con las guarandingas, el trencito y el ómnibus de dos pisos, y uno que otro engendro que también circulan por las calles.

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José Roberto Loo Vázquez

Periodista de graduación, y fotógrafo de pasión, dos historias que se entremezclan y atrevidamente me hacen llamarme fotoreportero. Si sumamos mi amor, por la ciudad de Santiago de Cuba, no es difícil entender mi preferencia: fotoreportero que gusta resaltar su urbe natal, la “tierra caliente”.

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José Roberto Loo Vázquez

Periodista de graduación, y fotógrafo de pasión, dos historias que se entremezclan y atrevidamente me hacen llamarme fotoreportero. Si sumamos mi amor, por la ciudad de Santiago de Cuba, no es difícil entender mi preferencia: fotoreportero que gusta resaltar su urbe natal, la “tierra caliente”.