Aunque quizás para muchos sea solo el nombre de una canción originalmente interpretada por Chavela Vargas, esta cubana nacida en Guanajay en 1892, tuvo el honor de ser la primera mujer con carné de conducir de la Isla.
Con tan solo 15 años huyó de su casa y ciudad natal junto a su amor de juventud. Sin embargo, la vida en la capital hizo que abandonase su primer amor y buscase formas más 'alegres' de ganarse el sustento.
De "vida licenciosa y hábitos ligeros" y un desenfado atípico para su época, se convirtió en habitual de los círculos sociales más selectos de La Habana. Según las fuentes que relatan su vida se hizo una prostituta de renombre. Su singular y exótica belleza, además de una personalidad arrolladora, le hicieron ser una de las meretrices más sofisticadas y famosas de su época.
Se codeaba con personalidades, dentro de ellos el político José Miguel Gómez, apodado Tiburón y en el que se inspira el refrán "Tiburón moja pero salpica", en alusión a su nepotismo y uso de cargos públicos para beneficio de sus conocidos y allegados.
La Macorina llegó a acumular una gran riqueza, incluidos nueve coches, caballos de carrera, joyas, pieles, cuatro mansiones y otras muchas posesiones. Sin embargo, falleció pobre y sola. En 1977, a la edad de 85 años, murió en un cuarto alquilado de La Habana después de haber tenido que deshacerse de todo lo que había acumulado en sus años de esplendor.
Cuando la juventud le fue pasando y con la llegada de los profundos cambios que experimentó la sociedad cubana; se fue quedando sin amigos, sin profesión y sin formas de mantener el mismo de vida de antaño.
La Macorina, de nombre María Calvo Nodarse según algunas fuentes, musa de dos composiciones musicales y un cuadro, y de la cual la propia Chavela Vargas dijera "Era una mujer guapísima. Negra mezclada de china. La vi y me quedé muda" fue sin dudas un personaje de su época que encandilaba a la vez que escandalizaba y lo es, también, de la propia historia de Cuba.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: