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Las 3 trabas que impiden al cubano conseguir trabajo en el extranjero

Cuba es un país de grandes cerebros, pero por medio siglo, profesionales cubanos han ido emigrando a borbotones al extranjero, buscando una mejor vida. Según la Oficina Nacional de Estadísticas de Cuba (ONE) en un país de 12 millones de personas, alrededor de 4 millones gozan de estudios superiores


Este artículo es de hace 8 años

Cuba es un país de grandes cerebros, pero por medio siglo, profesionales cubanos han ido emigrando a borbotones al extranjero, buscando una mejor vida. Según la Oficina Nacional de Estadísticas de Cuba (ONE) en un país de 12 millones de personas, alrededor de 4 millones gozan de estudios superiores – los niveles más elevados de toda Latinoamérica. A pesar de esto, según las estadísticas nacionales del 2013, el salario promedio de los profesionales en Cuba es de 400 a 1000 pesos, un equivalente de 20 a 40 USD por mes. Si! entendió bien, por mes.

Quién ha ido a Cuba entiende cuan difícil es vivir y sostener una familia con 20-40 USD al mes. Las cifras, por ende, explican claramente el porque de la marcada fuga de cerebros de cubanos al extranjero. Lo que no se explica fácil es por qué el cubano pasa tanto trabajo en la dura aventura que es buscar trabajo en un mundo desconocido.

Todos sabemos que en cualquier país encontrar un buen trabajo es una ardua tarea hasta para los nativos del país. También se sabe que es el doble de difícil para los inmigrantes. Pero para los cubanos, así el cubano tenga el mejor título universitario del mundo y un siglo en años de experiencia en su rama, esta tarea siempre resulta el triple de difícil.

La razón es que a pesar de la cantidad de ventajas que el cubano tiene sobre muchos nativos del país e incluso sobre los demás inmigrantes que habitan en el lugar, existen 3 grandes trabas que lo paralizan a la hora de buscar trabajo en el extranjero. No hablo de trabas comunes como el idioma, falta de amistades y contactos en el lugar. Hablo de trabas idiosincráticas que van mucho más allá de todo eso.

La buena noticia es que, si el cubano conoce de estas trabas, y se dedica a trabajar en sobrepasar los obstáculos que ellas ofrecen, el proceso de encontrar trabajo en el extranjero se facilita de tal forma que en vez de faltarle trabajo, tiene ofertas de trabajo hasta para regalar.

Ventajas profesionales de los cubanos

Antes de llegar a las trabas, es importante entender las grandes ventajas del cubano para encontrar trabajo, que van más allá de lo que ellos estudiaron.

  • Creatividad: Cuando yo estudiaba Microbiología allá en La Habana, la bisagras de la puerta del refrigerador donde se guardaban las placas petri para que los cultivos de bacteria crecieran, se rompieron. El jefe de laboratorio, Doctor en Microbiología, arregló las bisagras con dos clavos y un alambre y lo que resultó parecía ciencia ficción pero funcionó. Para los cubanos la carencia no es una prevención, pero tampoco un impedimento. Si el cubano no tiene algo lo hace con las manos y la capacidad que tiene para hacerlo no se ve en ningún lugar. En Canadá, donde yo vivo, si al jefe de laboratorio de la Universidad de Ottawa se le rompe la puerta del refrigerador, se le mueren sus bacterias y al otro día el suceso se oye en las noticias. El nivel de creatividad del cubano es lo que el mundo busca en sus trabajadores y por mucho que tratan no lo encuentran. Y esto se debe a que hay muchos por el mundo que si no tenían una antena deLimo Cubana

    televisión la hacen con un tubo y dos bandejas metálicas y no se pierden la novela. O que para tocar guitarra tuvieron que arrancarle un poco de cables a las líneas telefónicas para hacerle cuerdas(lea un cuento real acerca de esto). La creatividad es para el cubano, más que una habilidad, es de hecho, un mecanismo de supervivencia.

  • Adaptación: sentirse cómodo y feliz entre gente de diferentes culturas es algo que desde la conquista de los españoles (en los 1400s) los cubanos venimos practicando. Hoy por hoy, somos expertos. Somos un país de razas tan mezcladas que lo normal en Cuba es que un grupo todos sean diferentes. Un grupo de amigos salen a pasear en Cuba y parece un equipo de trabajo de la Naciones Unidas que fue a fiestar. Hay desde la rubia-rubia hasta el negro-negro y de todas las razas del medio. Eso, en muchos países, se ve pero hace poquísimo tiempo. Hoy por hoy, la población de muchos países, aun en medio de la globalización en que vivimos, no ha magistrado como navegar el sentirse bien en tales grupos. Existe el racismo en demasía, y el nativo de muchos lugares aun no ha aprendido a aceptar a gente que se ve y hablan diferente a ellos, mucho menos a adaptarse.
  • Y por último, a agradables no hay cultura que le gane a Cuba. En mi Maestría de Administración de Negocios me quedó claro que hoy por hoy las empresas no buscan al super-experto, sino a gentes que sean compatibles con los miembros de sus equipos. Este punto me lo comprobó mi primer jefe a los inicios de mi carrera, una vez que yo había entrevistado a 10 expertos para un trabajo muy importante que debíamos producir en muy corto tiempo. Yo, como era muy nueva en el negocio, había seleccionado 5 para que mi jefe me ayudara a escoger al mejor. Mi jefe ni miró la carpeta que yo le entregue con los detalles de los 5 candidatos. El solamente me dijo “de estos 5 selecciona al que te cayó mejor”. Años de experiencia empleando gente me ha enseñado que el que más sabe no es el que más produce, porque el contenido se aprende fácil, pero con la pesadez se nace y quitarla es muy difícil.

Estas son 3 de las muchas otras ventajas que los cubanos tenemos para encontrar trabajo por el mundo.

Las 3 grandes trabas

Así que entonces, la gran pregunta es: “con tantas ventajas, qué le impide al cubano encontrar trabajo?”

Y mi respuesta es, trabajo hay, pero el cubano no lo encuentra producto de las siguientes 3 grandes trabas:

  1. No tienen palanca: Los cubanos tenemos que hacer un esfuerzo aun más grande que el nativo del lugar para encontrar contactos en la rama donde queremos finalmente terminar, porque muchas veces, no conocemos los sistemas, ni conocemos a nadie. En Cuba muchos profesionales, como no ganan dinero en su rama, exploran ser taxistas. Para ser taxista hay que dar mucho dinero a alguien de la compañía para que ceda su plaza en el sistema. Además, para entrar a una compañía es por medio de –como dice el cubano- ‘una palanca’ (un conocido). Todas esas incongruencias, aunque puede que pasen, son raras en el extranjero. Pasan en unos países menos que en otros, pero definitivamente son muy raras en los países desarrollados. En Canadá, mis mejores empleos –todos- me los he buscado yo, sin la ayuda de nadie(Lea las 5 maravillas que marcan la vida de un cubano en Canada). Tengo muchas amigas cubanas aquí que, como yo, han navegado el sistema y encontrado la forma de hacerse de un buen trabajo en su ámbito profesional. La clave para el cubano lograr comenzar a trabajar en su rama es buscar sistemas y grupos de expertos en esa rama y usarlas como conexiones estratégicas para dar con el trabajo que busca. Esto significa que ha de identificar las compañías y grupos de expertos dentro de ellas con las que va a conectarse para indagar posibilidades y dejar que gente dentro de esos sistemas le indique cómo funciona la cosa en su rama.
  2. No conocen los instrumentos: Saliendo de Cuba es raro que un cubano sepa que cosa es una hoja de vida (curriculum vitae o resumé). En el extranjero, este resulta ser el mecanismo básico para buscar trabajo. A los cubanos que llegan al extranjero les urge empezar la aventura con un curso no solo de cómo de cómo crear pero también de cómo enfocar la hoja de vida al trabajo que busca. Esa hoja de trabajo hay que enviársela –como dice el cubano- a las ‘once mil vírgenes’. Y después de eso hay que llamar por teléfono a cada una de las vírgenes para ver si recibió la hoja de vida. Y con suerte en esa llamada lograr una cita con la virgen o con el jefe de la virgen para discutir perspectivas de trabajo en la compañía.
  3. No saben cómo venderse: Si se pone de suerte el cubano, y una de las vírgenes le da una cita, el otro problema que tiene el cubano es venderse. En el extranjero hemos de vendernos –como dice el cubano- ‘como pan caliente”. En otras palabras, somos el vendedor y somos el producto. En el pasado medio siglo, los cubanos jamás tuvimos que hacer eso pues históricamente para convencer a un jefe de nuestra capacidad solo debíamos pertenecer a la Juventud (UJC) o el Partido (PCC). Tampoco ayuda que desde que nacimos, nos enseñaron, como ley, a ser modestos y esta modestia aniquila a los cubanos en una entrevista con un posible jefe. Además que, la vieja línea de: ‘yo puedo hacer de todo y se hacerlo todo, así que ofréceme cualquier cosa” es buena para encontrar cualquier trabajo, pero no para encontrar el trabajo que un profesional cubano realmente quiere. La otra cosa es que, por falta de entrenamiento, el cubano le dice al posible jefe ‘ando buscando trabajo’ cuando en el extranjero lo que te engancha un trabajo es decir ‘ando buscando como contribuir a lo que ustedes hacen en la compañía’. Como una amiga mía Contadora Empresarial, que mientras le decía a las compañías que ‘buscaba trabajo en cualquier cosa que tenía que ver con números” no le daban el trabajo. Cuando empezó a decirle a las compañías que ‘quería ayudar a la compañía a mantener sus números en orden’ fue que consiguió un trabajo.

Para abajo no se crece

Yo tengo una amiga cubana que se ha encaprichado en decir que no hay trabajo, en que si lo hay no lo encuentra, y ha dejado de buscar. Vive de la ayuda del Gobierno y anda –como dice el cubano- “como el cuento del gato.” Cada día se entierra más en el hueco del pesimismo. Y como para abajo no se crece yo siempre la invito a que se salga de ahí. Le sugiero que arregle su hoja de vida, que siga buscando. Porque trabajo hay, pero nosotros somos los que no sabemos bien como encontrarlo.

Y como la esperanza no se come, mi otro consejo es que mientras uno no encuentre el trabajo ideal, se dedique hacer muchos otros. Está bien empezar desde abajo en la compañía o empezar en otras ramas similares que se vean bien en la hoja de vida.

La clave además, está en la perseverancia. Hacer hojas de vida, buscar contactos, escribirles, visitarlos, presentar solicitudes de trabajos y hacer entrevistas no son procesos ni fáciles, ni rápidos. Es importante saber que nadie encuentra trabajo en su primer intento. Hay que no desalentarse en el proceso y seguir tratando a pesar de los mil “no” que cierran las puertas en nuestras narices. Hay que seguir tratando como si no tuviéramos ni miedo, ni ego.

Pero yo digo que, si el cubano logró hacer antenas con bandejas y tocar guitarra con cuerdas de cables de teléfono, ellos, si se lo proponen, pueden aprender a navegar estas 3 trabas y lograr el trabajo que buscan.

Yo digo que, el error esta, en sentirse tan agradecido de haber encontrado cualquier trabajo, que uno deje de seguir tratando de mejorar. Para crecer profesionalmente, o para llegar a una meta profesional, el primer día que uno comienza un trabajo, ya debe empezar a buscar el próximo. Y de no hacerlo, ahí es donde nos estancamos.

Hay que siempre tener oportunidades nuevas en la mano – las cuales nadie jamás trae a tu mano, uno las tienes que buscar. De esta forma, como vendedores de nosotros mismos que somos, podemos vendernos mejor y podemos crecer hacia la dirección donde está la meta a la que queremos llegar.

Por Jocy Medina

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